Una investigación muestra cómo están vinculados con el
cáncer, enfermedades cardiovasculares, del metabolismo, infarto y acv.
Más de dos mil millones de personas en todo el mundo,
incluyendo a adultos y a niños, tienen problemas de salud como consecuencia de
su sobrepeso o, peor aún, de su obesidad. Es lo que se desprende de un estudio
hecho por 2.300 expertos de diferentes países bajo la dirección del Instituto
de Evaluación y Estadísticas de Salud (IMHE) que tiene sede en la Universidad
de Washinton (Seattle, Estados Unidos).
Solo en el año 2015 alrededor de cuatro millones de personas
murieron a causa de alguna enfermedad vinculada al exceso de peso: las de tipo
cardiovascular son las que más fallecimientos originan. El dato sobresaliente
es que un 60% de esas personas eran obesas, con un Índice de Masa Corporal
(IMC) superior a 30. El resto, el otro 40%, tenía sobrepeso. De acuerdo con los
expertos que comandaron la investigación, hay demasiadas personas que dan por
sentado que estarán bien y sanas siempre y cuando no lleguen a ser obesas.
“Pero esto no es así”, aclara Azeem Majeed, desde el Imperial College London
(Gran Bretaña).
Ashkan Afshin, jefe del proyecto de investigación y profesor
de salud global en el IHME, dice sin vueltas: “El exceso de peso es uno de los
desafíos más grandes que tiene la salud pública en estos momentos, y afecta a
una de cada tres personas en el planeta”.
Los resultados del estudio (el más extenso que se haya hecho
hasta ahora) fueron publicados en “The New England Journal of Medicine” (una de
las más importantes publicaciones científicas en temas médicos), y recopilan
datos procedentes de 195 países abarcando el período que va de 1980 a 2015. Los
autores del paper califican a la situación actual respecto de la gordura como
“una crisis de salud pública creciente y preocupante”.
Más allá de los extremos
El Índice de Masa Corporal o IMC es la forma más usada para
medir la obesidad y resulta de la proporción entre el peso y la altura. A nivel
individual es una herramienta imperfecta, porque no distingue entre músculos y
grasa, pero permite tener una idea precisa de cuál es el riesgo. Un IMC de
entre 25 y 29 entra dentro de la categoría de sobrepeso, y si el índice supera
el número 30, indica que hay obesidad.
“La gente suele dar por sentado que necesitan estar muy
gordas para poner en riesgo su salud –explica Majeed-. Pero la realidad es que
una vez que alguien alcanzó un IMC de 25 ya comienzan a aumentar los riesgos de
tener diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer.”
De acuerdo con el nuevo estudio, la obesidad se duplicó
desde 1980 en más de 70 países, y en el resto aumentó significativamente. Aunque
la prevalencia del exceso de peso es mayor entre los adultos que entre los
niños, la tasa de crecimiento entre estos últimos está siendo más elevada que
entre las personas mayores de 18 años.
Dentro de los veinte países con más habitantes, el nivel de obesidad
más elevado se observa actualmente en los Estados Unidos, con un 13% de la
población tanto adulta como infantil en esa condición. La mayor tasa de
obesidad entre los mayores se registra actualmente en Egipto, con 35 de cada
100 adultos que tienen un IMC mayor a 30. Por el contrario, las tasas más bajas
se verifican en Bangladesh y Vietnam, donde apenas llegan al 1%. China e India,
con 15,3 millones y 14,4 millones respectivamente, son los países que más
cantidad de niños obesos presenta. Los Estados Unidos tienen un total de 79,4
millones de adultos obesos actualmente.
Pronóstico reservado
El IHME está asociado con la organización de alimentos y
agricultura de las Naciones Unidas (más conocida como FAO) para intercambiar
información en lo relacionado con las causas de la epidemia. “A lo largo de la
última década se han evaluado distinto tipo de intervenciones para frenar la
curva de crecimiento, pero tenemos poca evidencia acerca de los efectos a largo
plazo”, puntualiza Afshin.
El estudio muestra que el sobrepeso y la obesidad están
vinculados con diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares,
infarto, accidente cerebrovascular, trastornos de tipo musculoesquelético y
enfermedades del metabolismo. La diabetes ha sido hasta ahora la causa principal
de enfermedad y hasta discapacidad relacionada con los excesos de peso.
“De 1990 a 2015 ha habido un aumento relativo del 28% en la
tasa mundial de muertes relacionadas con un IMC alto: pasó de ser de 41,9
fallecimientos por cada 100 mil personas en 1990, a trepar a los 53,7 decesos
por cada 100 mil individuos, en el 2015”, establece el informe.
Cuando los investigadores analizaron la situación según el
estado de desarrollo económico de los países investigados (Argentina está en un
término intermedio, con una incidencia notoria del sobrepeso aunque muy por
debajo de los Estados Unidos), hallaron que la riqueza de una nación no siempre
tiene que ver con la gordura o delgadez saludable de su población.
“El fuerte aumento del sobrepeso y la obesidad se observa en
todos los niveles de desarrollo, lo que indica que el problema no es un simple
tema de mayores o menores ingresos. Los cambios que se han producido en cuando
a ambientes alimentarios y sistemas de alimentación son los mayores
determinantes –concluye el estudio-. La mayor disponibilidad y accesibilidad de
las comidas energéticamente densas podrían explicar buena parte de este exceso
de ingesta energética y el aumento de peso entre poblaciones muy diferentes”.
Fuente: Noticias - Ver más sobre Obesidad