Lo reveló un estudio que se publicó
en la revista The Lancet. La cantidad de casos mortales creció 11,6% en 25
años.
Las dos enfermedades respiratorias crónicas más comunes
demostraron tener un fuerte impacto en todo el mundo. Según un nuevo estudio
sobre la Carga Global de Enfermedades, publicado por la revista de The Lancet
Medicina Respiratoria, en 2015 murieron en todo el mundo 3,2 millones de
personas por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y 400 mil muertes
se produjeron por asma en el mismo año.
Al analizar el impacto de estas dos enfermedades, los
investigadores advierten que "el EPOC y el asma contribuyen
sustancialmente a la carga de las enfermedades no transmisibles. Aunque gran
parte de la carga es prevenible o tratable con intervenciones asequibles, estas
enfermedades han recibido menos atención que otras enfermedades no
transmisibles prominentes como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o
la diabetes ", afirma el autor principal Theo Vos, Instituto de Medición
de Salud y Evaluación , Universidad de Washington, EE.UU. "La información
actualizada sobre EPOC y el asma es clave para la formulación de políticas para
mejorar el acceso y la calidad de las intervenciones existentes".
El estudio concluye que el asma es la enfermedad
respiratoria crónica más común en todo el mundo, con el doble de casos de EPOC
en 2015, pero que las muertes por EPOC fueron ocho veces más frecuentes que las
muertes por asma. Si bien la mayoría de los casos de asma y EPOC pueden ser
tratados o prevenidos, uno de los problemas es que en muchos casos las personas
no son diagnosticadas, se diagnostican mal o son maltratadas (por ejemplo,
reciben un tratamiento para asma, cuando en realidad sufren EPOC).
Este estudio hace una estimación del número de casos y
muertes causados por las dos enfermedades entre 1990 y 2015. Si bien la
prevalencia global y las tasas de mortalidad se han reducido desde 1990, el
crecimiento de la población y el envejecimiento de la población revela que en
realidad el número fue en aumento. El número de muertes por EPOC aumentó en un
11,6% entre 1990 y 2015 (de 2,8 a 3,2 millones de muertes), y el número de
casos aumentó en un 44,2% (de 121 a 174,5 millones de casos). Comparativamente,
las muertes por asma se redujeron en un 26,2% (de 0,55 a 0,4 millones de muertes),
pero la prevalencia aumentó en un 12,6% (de 318,2 a 358,2 millones) durante el
mismo período.
En la Argentina, el estudio Epoc.ar -realizado en 2015 y que
está próximo a publicarse-, concluyó que la prevalencia del EPOC en el país es
de 14,5% en mayores de 40 años.
Pero, no se puede hablar de EPOC sin hablar de tabaquismo.
“Sin duda la principal causa del EPOC es el tabaco. Hoy en día ya sabemos que
de las personas que fuman, entre un 20 y un 30% tienen EPOC. Y por el
contrario, de los que tienen EPOC, entre el 80 y 90% son fumadores o ex
fumadores”, grafica el doctor Daniel Buljubasich, vicepresidente de la
Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. Y uno de los mayores problemas
en los pacientes con EPOC es que muchos no dejan de fumar, a pesar del
diagnóstico.
El EPOC es un conjunto de afecciones pulmonares que puede
manifestarse mediante una bronquitis crónica, con una inflamación persistente
en los bronquios, o con enfisema, que daña o destruye los alvéolos y va
reduciendo la capacidad pulmonar del paciente. Esto no es reversible. Aunque sí
es tratable. Pero para eso es fundamental dejar de fumar, para detener el
avance del daño pulmonar. “El enfisema destruye el pulmón. Y lo que se destruye
no se recupera”, añade Buljubasich.
Sin embargo, uno de los problemas más complejos que afronta
el EPOC, que va camino a convertirse en la tercera causa de muerte en el mundo,
es que hay un alto índice de subdiagnóstico, que en Argentina ronda el 70%,
según el estudio Epoc.ar.
“En el EPOC hay muchos pacientes que no se diagnostican o
que están mal diagnosticados”, explica el doctor Andrés Echazarreta, jefe del
servicio de neumonología del hospital San Juan de Dios de La Plata.
En cuanto a la población más afectada por el EPOC,
Echazarreta explica que es una enfermedad que está “asociada a menores
recursos, a un nivel socioeconómico menor, que se da a mayor edad y con más
frecuencia entre los hombres. Aunque en los últimos años la prevalencia en las
mujeres está aumentando”.
Fuente: Diario Clarín