Acuerdo con los gremios. En la primera reunión entre
funcionarios de Salud y representantes de la CGT, se analizaron los proyectos
que se financiarán.
Un año después de que Mauricio Macri anunciara la Cobertura
de Salud Universal, el plan parece tomar forma. Esta mañana, luego de la tregua
que la semana pasada firmó el Gobierno con los gremios, la Unidad Ejecutora dio
el primer paso para avanzar en su implementación, que beneficiará a a 15
millones de argentinos que no cuentan con servicio médico.
Fue en el Ministerio de Salud, donde Adolfo Rubinstein y
David Aruachan, los vices de la cartera, se reunieron con los seis integrantes
de la Unidad Ejecutora que el Gobierno creó en julio por decreto para
monitorear el programa. "Fue un buen primer paso, un encuentro muy
positivo. Se expusieron los proyectos que se van a financiar por intermedio del
Fideicomiso", detallaron fuentes oficiales. En octubre se volverán a
reunir.
Como estaba previsto, el ministro Jorge Lemus no fue de la
partida: está de viaje. Pero, igual, presencia de los vices en la reunión fue
simbólica, ya que los representantes de Salud en la Unidad Ejecutora son el
jefe de Gabinete Enrique Rodríguez Chiantore de Salud y Cecilia Loccisano,
subsecretaria de Coordinación Administrativa y esposa del ministro de Trabajo
Jorge Triaca, el nexo con los gremios.
En tanto, por la Superintendencia de Servicios de Salud
(SSS), el organismo que administra los fondos de las obras sociales, estuvieron
su flamante titular Sandro Taricco y el gerente Gerardo Gentile.
Por parte de los gremios desembarcaron José Luis Lingeri
(AySA) y Carlos Frigerio (Federación de Cerveceros), designados por el consejo
directivo de la CGT.
El aval de los gremios es clave: al cabo, contribuirán al
financiamiento del programa con unos $8.000 millones retenidos a las obras
sociales sindicales del Fondo Solidario de Redistribución, que se sustenta con
el aporte mensual de los trabajadores.
Esa cifra había sido parte del acuerdo entre el Gobierno y
los popes de la CGT el año pasado, cuando Macri se comprometió a reintegrar los
$30 mil millones acumulados en el FSR, una deuda histórica del gobierno K con
los sindicatos.
Ahora, tal como señaló La Nación, para Lingeri es clave
"definir cómo se financiará" el plan en el tiempo. "Con los
$8.000 millones que aportamos del Fondo alcanza sólo para poner el plan en
marcha", advirtió.
Ese tema fue otro de los puntos que se abordaron en la
reunión.
El programa, la gran apuesta de gestión del Gobierno en
materia de salud, contempla que quienes no cuentan con servicio médico privado
ni obra social puedan acceder a un sistema de salud de integral y de calidad.
Entre otras cuestiones, apunta a que cada paciente tenga una credencial, con su
ficha médica y una historia clínica digitalizada para que pueda ser atendido
incluso fuera de su zona de residencia. Y, además, prevé descuentos en
medicamentos.
Fuente: Diario Clarín