Se trata de un método que posibilita la evaluación y mejora
de corazones donados que, en la actualidad, se descartan.
El cirujano cardiovascular del Hospital Garrahan Ignacio
Berra, junto a la empresa nacional Lew Argentina, ganó el prestigioso premio
Innovar 2017 con un proyecto que permitirá aumentar la cantidad de donantes
cardíacos en pediatría. Se trata de la Perfusión ex-vivo de corazón en
normotermia: un método que posibilita la evaluación y mejora de corazones
donados que, en la actualidad, se descartan para trasplantes.
"Este proceso consiste en poder aumentar el número de
donantes a través de los corazones que se descartan, que van al tacho de
basura, y poder usar esos corazones, evaluarlos y mejorarlos, perfundiéndolos
con sangre oxigenada pulsátil en temperatura corporal", explicó Ignacio
Berra quien integra el equipo de Trasplante Cardíaco del Garrahan.
En el mundo 1.500.000 personas se encuentran en lista de
espera para un trasplante de cualquier tipo de órgano sólido. Sin embargo sólo
se realizan 120.000 por año, es decir menos del 10%. Frente a esto países como
Australia, Canadá y Gran Bretaña ya implementan un sistema que permite utilizar
parte de esos órganos considerados "marginales" para trasplante. En
el caso específico de los órganos cardíacos donados, el 70% son descartados en
todo el mundo.
"Faltan donantes pero también falta usar órganos que
son más marginales, los órganos con paro circulatorio que hoy en día se
rechazan. Actualmente en nuestro país se toman cierto tipo de donantes, con
muerte cerebral pero sin paro cardíaco", explicó Berra. En Argentina se
trasplantan por año un promedio de 100 corazones y sólo el 12% son trasplantes
cardíacos pediátricos. El 20% muere esperando un trasplante y la lista de
espera es alta.
El presidente del Consejo de Administración del Hospital
Garrahan, Carlos Kambourian, felicitó al equipo que desarrolló el prototipo
ganador del Premio Innovar de Oro 2017 y afirmó que "en el Garrahan existe
el espacio y las ganas para la investigación y el avance científico, sobre todo
en situaciones médicas que requieren de la inventiva y el compromiso para dar
una chance de esperanza a muchas familias y niños".
"La idea es recapturar el órgano que se da por perdido.
Evaluar la viabilidad de un corazón antes del descarte; disminuir el tiempo
isquemia y mejorar ese corazón para el trasplante", destacó Berra y
aseguró que "buscamos que este proceso, que ya se realiza en algunos país
desarrollados sea posible en Argentina, usando órganos con para circulatorio
para aumentar los donantes porque creemos que es el camino para incrementar los
donantes y los trasplantes".
En 2014, se realizó en Australia el primer procedimiento de
perfusión ex-vivo de corazón con el posterior trasplante en un paciente adulto.
Si quisiera importarse la máquina que se usó en este caso el costo sería de
300.000 dólares y además no está desarrollada para pediatría. La máquina de
perfusión ex-vivo que desarrolla el cirujano del Garrahan junto a Lew Argentina
(y por la que se mantiene latiendo un corazón fuera del cuerpo donante para
estudiarlo, mejorarlo y aumentar el tiempo que puede pasar hasta el trasplante)
se encuentra en la fase investigativa.
Actualmente los órganos donados se preservan en frío y
tienen un tiempo limitado y distancia limitada. Con la perfusión ex-vivo
podrían utilizarse un 15% de los órganos que se desechan. En Argentina se
realizan menos del 1% de los trasplantes mundiales (un 25% se hacen en Estados
Unidos y un 25% en la Unión Europea).
Fuente: Diario La Nación - Ver más sobre Innovaciones en Salud