Observadores independientes y no tanto que analizan y forman datos que permiten organizar, de algún modo, nuestro pensamiento seguramente no auguran un futuro social aceptable para la mayoría de los argentinos. El informe producido por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, publicó los datos obtenidos a través de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (CEDESA-julio/octubre 2020). Allí se señalan los desequilibrios que se aprecian respecto de la situación de la infancia; 11 millones de niños y niñas son pobres, sin posibilidades ciertas de comer aunque sea una vez al día, de dormir bajo un techo que los proteja del hacinamiento, del calor o del frío, y otras tantas situaciones que se conjugan en estos casos.
Este grave
desequilibrio que genera inequidades, entre otros efectos a los que hemos
referido en trabajos anteriores, en mi opinión los más severos, condenan a quienes nos sucedan a la miseria y
desprotección, difícilmente podrán evitar sortear los condicionantes sociales a
los que se enfrentan.
¿Qué pasa? ¿Qué
nos pasó? La pandemia es una respuesta pero no es la única, tampoco lo es la
situación mundial, que de por sí ya es complicada, la sensación de que “lo
privado es público” (tal como lo señaló una apreciada amiga), produce efectos
indeseados en nuestras rutinas y vida cotidiana, nos aleja de la espontaneidad
y de aquellas cosas que valoramos, a la vez que nos ha acercado a otras
inesperadas como el necesario avance de la tecnología, que es quizás la
herramienta a destacar dentro del conjunto.
La historia
cuando sea contada y la trazabilidad de los hechos que suceden evitarán
distorsiones, porque hoy la comunicación debe ser cuidadosa como nunca, sabemos
puede conjeturarse qué es verdadero y qué
es falso y podemos construir
conclusiones, sin excusas. Seguramente haremos el esfuerzo para encaminar esta
época hacia un sendero que permita contar con herramientas nuevas para paliar
un poco, la pérdida de infancias, adolescencias y adulteces, es decir, de seres
humanos que deberían vivir con la certeza de concretar sus aspiraciones y por
qué no, sus sueños…
Es indispensable
garantizar la prevención y atención de salud de quienes lo necesitan, para que
cada uno reciba esa parte que le corresponde, no a pocos todo y a muchos nada, ¿cómo?
transformando las ideas en políticas viables y no en mecanismos de ocasión.
