miércoles, 1 de diciembre de 2021

Día Mundial del Sida: Poner fin a las desigualdades. Poner fin al sida. Poner fin a las pandemias.

En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA pone de relieve la urgente necesidad de acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias en todo el mundo.


Sin una acción audaz contra las desigualdades, el mundo corre el riesgo de no alcanzar los objetivos de acabar con el sida para el año 2030, así como de sufrir una prolongada pandemia de la COVID-19 y una crisis social y económica cada vez mayores.

Justo cuando han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos de sida, el VIH sigue amenazando al mundo. El mundo ahora está lejos del camino para llegar a hacer realidad el compromiso compartido de acabar con el sida para el año 2030, pero no debido a una falta de conocimientos, capacidad o medios, sino a las grandes desigualdades estructurales que obstaculizan las soluciones que está demostrado que funcionan en lo relativo a la prevención y el tratamiento del VIH.

Si queremos poner fin al sida para 2030, debemos acabar urgentemente con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales.

Aunque existe la percepción de que un momento de crisis no es el más adecuado para priorizar el tratamiento de las injusticias sociales subyacentes, está claro que, hasta que no nos pongamos a ello, no podremos superar la crisis.

El hecho de abordar las desigualdades es una promesa global que hicimos hace mucho tiempo, cuya urgencia no ha hecho más que aumentar. En el año 2015 todos los países prometieron reducir la desigualdad dentro de sus fronteras y entre ellos como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al sida, y la Declaración política sobre el sida adoptada en la Reunión de alto nivel sobre el sida de las Naciones Unidas de 2021 tienen como objetivo acabar con las desigualdades.

Hacerle frente a las desigualdades, además de ser un elemento central para acabar con el sida, ayudará a promover los derechos humanos de los grupos de población clave y las personas que viven con el VIH, preparará mejor a las sociedades para vencer la COVID-19 y otras pandemias, y servirá de apoyo para la recuperación económica y la estabilidad. Si cumplimos nuestra promesa de abordar la desigualdad, lograremos salvar millones de vidas y la sociedad en su conjunto saldrá beneficiada.

Sin embargo, acabar con las desigualdades exige un cambio transformador. Las medidas políticas, económicas y sociales tienen que proteger los derechos de todas las personas, y debemos prestar especial atención a las necesidades de las comunidades más marginadas y menos favorecidas.

Sabemos cómo vencer al sida, sabemos cuáles son las desigualdades que obstaculizan el progreso y sabemos cómo abordarlas. Las políticas para abordar las desigualdades se pueden implementar, pero requieren que los líderes sean audaces.

Es hora de que los Gobiernos pasen del compromiso a la acción. Por su parte, los Gobiernos han de promover un crecimiento social y económico inclusivo. Deben eliminar las leyes, las políticas y las prácticas discriminatorias para garantizar así la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades. Es hora de que los Gobiernos cumplan sus promesas. Deben actuar ahora y debemos hacer que sean responsables.

En este Día Mundial del Sida, recordemos a nuestros dirigentes políticos que la desigualdad mundial nos afecta a todos, con independencia de quiénes seamos y de dónde vengamos. En este Día Mundial del Sida, vamos a exigir medidas para poner fin a las desigualdades y acabar con el sida y con todas las demás pandemias, que no hacen sino avivarse gracias a dichas inequidades.

Fuente: ONUSIDA