jueves, 30 de diciembre de 2021

Vamos a descansar...

Hace unos años cuando iniciamos este blog, junto con la colaboración de Andrea Rosenzwaig, sin la que la continuidad semanal no hubiera sido posible, pensé que la forma de contribuir con el ámbito de la salud y en particular con el derecho a la salud consistía, y consiste, en la difusión de diversas artículos, tanto de opinión como de fuente científica, que podrían llevar a los lectores elementos para formarse una visión de los sucesos sanitarios.

En particular 2020/2021, nos llevaron a cuestionarnos nuestros saberes y expertices, como si las piezas de un tablero hubieran sido desparramadas sin solución de continuidad; cuestión: había que reordenarlo, pero no con los mismos parámetros sino con las enseñanzas de ese período, que aún no ha terminado, es decir poco a poco, imaginando y proponiendo otras modalidades, aun cuando queden inconclusas hasta que podamos dar un verdadero cierre a estos sucesos inimaginables para muchos de nosotros.

¿Hemos aprendido? Sin duda alguna, aunque no lo percibamos todavía. Las experiencias personales, familiares, sociales, académicas, de trabajo y toda otra que implique o conlleve el contacto entre seres humanos, requiere de otras maneras de establecer contacto, también de esto aprendimos, me refiero a los medios virtuales, que para quienes les eran ajenos significaron un enorme desafío.

Además de ello, hemos incorporado los escudos con los que se intenta evitar las situaciones de peligro, contagio, la vacuna, con el esquema completo, el barbijo, que debe cubrir la nariz y la boca y el inefable lavado de manos, sobre el que tanto se debe insistir. Es posible que no podamos abandonarlos a corto plazo….pero la salud bien vale el esfuerzo.

Para ir terminando, quiero dirigirme a aquellos que descreen de la vacunación, o porque las vacunas han sido autorizadas con la modalidad que requiere una ‘emergencia’, en el caso de una Pandemia. Las vacunas ‘previenen’, no impiden el contagio pero morigera las consecuencias, hemos probado a través de los años que esto es así, hemos visto erradicarse enfermedades gracias a ellas y a quienes las crearon, los tiempos no fueron los mismos, hubo que actuar rápidamente, para evitar mayores consecuencias, discapacidades y pérdidas de mayor cantidad de vidas, hoy todos tenemos la posibilidad de acceder a la inmunización, en principio a través del Calendario Nacional de Vacunación que incluye 20 vacunas, necesarias para que la sociedad pueda disfrutar de una adecuada prevención y también con la que contiene la COVID 19, que debió cumplir con rigurosas evaluaciones en tiempo récord.

Para quienes refieren que la vacunación afecta los derechos individuales, cabe recordar que la no vacunación interfiere en el derecho colectivo a tener una adecuada protección, en suma mi derecho termina donde comienza el de otro, de conformidad con el artículo 19 de nuestra Constitución Nacional.

Compartimos el espacio en el que transcurre la vida, el trabajo, el estudio, el esparcimiento, entre otros, y es obligación de todos cuidarlo y respetarlo.

Hasta pronto, y les sugiero seguir al Grupo País, Pacto Argentino por la Inclusión en Salud, formado por un conjunto de sanitaristas de primera línea que se ocupa de los temas que preocupan y ocupan, les dejo el link: https//pactoinclusiondalud.org 

El Pacto Argentino por la Inclusión en Salud es una propuesta para (re) organizar la cobertura y transformar la forma de construir salud en Argentina. Una propuesta que permita garantizar el derecho pleno de todos los ciudadanos a protecciones sanitarias adecuadas. La intención de este blog es lograr un espacio de reflexión que permita dar forma a un Modelo Argentino de Salud consensuado.




Mónica Teresita del Cerro