Dando cuenta de las medidas recomendadas por el Defensor del
Pueblo de la Nación, el Ministerio de Salud puso en marcha una campaña en todo
el país para lograr la detección precoz de las Enfermedades Renales Crónicas,
difundiendo recomendaciones sobre la mejor forma de medir la función y el daño
renal para evitar que la enfermedad se agrave.

De estas respuestas y del material recogido en la
investigación surgió la importancia de la prevención de las patologías que
derivan en Insuficiencias Renales Crónicas. Asimismo se detectó la inexistencia
de Programas de Prevención tanto de orden nacional como provinciales y la
necesidad de informar continuamente respecto de las medidas a adoptar para
morigerar la morbimortalidad que generan ciertas patologías renales graves en
la infancia y durante el embarazo.
Como los recursos económicos que insume el tratamiento de la
enfermedad una vez producida son muy altos es necesario desarrollar políticas
que promuevan la calidad e igualdad en la atención y programas preventivos
universales que permitan disminuir la incidencia de enfermedades renales en la
infancia así como facilitar el acceso de los sectores de menores recursos a la
atención médica preventiva, en particular en la prevención del SUH
(aproximadamente 500 casos por año), dado que es puntualmente una enfermedad
renal prevenible a través de los controles correspondientes en las distintas
etapas.
Y fue en función de todo ello es que se recomendó al
Ministerio de Salud de la Nación que arbitrase las medidas necesarias para
elaborar un Programa destinado a la Prevención y Detección temprana de
Enfermedades Renales en la Infancia.
Fuente: Defensor del Pueblo de la Nación