Los argentinos tenemos fama de ser adeptos a vivir, muy
bien, esto lo dicen quienes nos visitan de otros lugares y lo muestran quienes
migran también pues no pueden hacerlo en sus países de origen, en fin, todos
argentinos.
Argentina, es un país de brazos abiertos, que pese a su
notoriedad tiene un índice de pobreza altísimo que ronda, por cierto, el 32% de
la población; ‘hazte la fama y échate a dormir’, decía mi abuela…
También tiene un índice importante de mal nutrición y de
desnutrición. La nutrición de los niños y niñas en sus primeros mil días de
vida es uno de los componentes clave para el desarrollo de una nación, así lo
señala UNICEF, que es la agencia internacional encargada de la niñez.
Este destino inexorable de los pequeños que ya en el vientre
de sus madres padecen carencias, no podrán ser rescatados si antes no se
interviene severamente, es decir ‘dándoles de comer’.
Frente a esta inapelable realidad, un cese de actividades y
más aún un paro general parecen no ser elementos que ayuden a sanear esas
situaciones, frente a un país que está capacitado para alimentar, no sólo, a
sus habitantes, sino también a muchos otros.
Cómo es posible entonces que se hagan tantos esfuerzos para
realizar una huelga y no se ponga mayor o igual énfasis en lograr revertir
tales escenarios; a mi criterio el trabajo es la única respuesta. El paro
general es un ‘último recurso’, en el caso concreto surgido de la presión de
unos pocos que humillaron a los responsables de los gremios en un palco frente
al resto de los manifestantes; en fin, parece una burla para quienes defienden
su legítimo derecho constitucional a la huelga.
Las calles no estaban totalmente vacías, hubo gente que iba
y que venia, pero a aquellos que quisieron trabajar y por la distancia no
pudieron llegar, quién los representa? La vara que se les aplica no es la
misma, porque no se acoge la diversidad de pensamiento, porque, así como no se
respetan los primeros mil días de los niños, tampoco se respeta el derecho de
los otros cuando su pensamiento no coincide con nuestros intereses, sin
calificarlos como genuinos o no.
¿Qué estamos priorizando? Esa es una primera pregunta que
deberán responder los garantes y defensores de todos los derechos de los
ciudadanos y la otra es ¿Y después del paro general qué? Los encargados
de dar una contestación son los mismos.
Dra. Mónica Teresita del Cerro
Jefe del Área de Salud, Acción Social, Educación y Cultura del
Defensor de Pueblo de la Nación Argentina