Aunque las cifras van en descenso, la malaria afecta a más
de 200 millones de personas en todo el mundo, siendo los menores el grupo
principal de riesgo. La realidad de una
enfermedad que la OMS planear erradicar definitivamente.
Se cree que hacia el año 2700 A.C. los chinos fueron los
primeros en describir sus síntomas. Sin embargo, hay arqueólogos que piensan
que su origen es todavía más antiguo, y la consideran responsable de la mitad
de las muertes humanas desde la Edad de Piedra. Aunque se desconoce con
exactitud el periodo, lo cierto es que mucho antes de que se supiera la
existencia de bacterias, virus y parásitos, el paludismo ya estaba presente.
También conocida como malaria, cada 25 de abril se conmemora el Día Mundial de
la afección, que con el paso de los años va decreciendo en cuanto a número de
infectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en
2015 al menos 214 millones de personas se enfermaron por esta razón, aunque se
cree que la cifra podría ascender a 303 millones. De ellos, cerca de medio
millón murieron y dos tercios de los fallecidos eran niños menores de 5 años.
Sin embargo, los números muestran un progreso: representan una reducción del
37% de la enfermedad y un 60% en las muertes, con respecto a lo ocurrido en el
año 2000.
El causante de la enfermedad es un parásito denominado
Plasmodium, que es introducido a través de la picadura de un mosquito llamado
Anopheles, de mayor tamaño que el Aedes aegypti (conocido por transmitir fiebre
amarilla, dengue, zika y chikungunya, entre otros) y que pica principalmente de
noche (desde el atardecer hasta el amanecer). Como no existe transmisión de
persona a persona, la presencia del mosquito es imprescindible para que la
enfermedad exista en una población.
En Argentina, el Anopheles sólo está presente en las
provincias del Norte (Salta Jujuy, Tucumán y Misiones). Sin embargo, desde 2012
no se registra ningún caso adquirido en el país, un cambio significativo con
respecto a la década de 1940-1950, en la que se llegaban a diagnosticar hasta
200.000 pacientes por año.
Cristina Freuler es Infectóloga (MN 58098) y Jefa del
Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán. Explicó que una vez que
el parásito entra en nuestro organismo a través de la picadura del mosquito, se
reproduce primero en las células del hígado y desde allí invade los glóbulos
rojos, para continuar reproduciéndose hasta que los hace estallar. Cada vez que
esto ocurre, según las especies cada 48 o 72 horas, el paciente presenta un
cuadro de escalofríos y aumento brusco de la temperatura de hasta 40°C.
Posteriormente, la temperatura baja provocando gran
sudoración. Las complicaciones son más frecuentes en los turistas que en los
pobladores de la zona e incluyen insuficiencia renal con requerimiento de
diálisis, alteraciones neurológicas incluyendo convulsiones, insuficiencia
respiratoria y, en muchos casos, la muerte.
En cuanto a la prevención, la especialista remarca una
especial atención al visitar una zona endémica: "La forma de evitar
contagiarse es ingiriendo una medicación en forma de pastilla, cuya indicación
variará dependiendo del lugar; en algunos casos se toma una pastilla semanal,
en otros diariamente".
La medicación se debe comenzar a tomar unos días antes de
llegar a la zona de riesgo, durante toda la estadía y hasta cuatro semanas
después de abandonada. "Esto es sumamente importante dado que el tiempo
que el parásito tarda en llegar a la sangre es de aproximadamente un mes y es
entonces cuando debe encontrarse con la droga para ser eliminado", añadió.
A pesar de ser una enfermedad antigua, todavía no se ha
logrado desarrollar una vacuna efectiva. Sin embargo, la OMS se propuso
eliminarla para el 2030, delineando un plan con objetivos intermedios, que está
siendo financiado con donaciones provenientes de los países involucrados y
también en gran proporción por Estados Unidos y Gran Bretaña. El primer paso
será vacunar a unos 360.000 niños de Ghana, Kenia y Malaui entre 2018 y 2020.
Se trata de la primera prueba a gran escala de la nueva vacuna (llamada RTS,S)
que podría proteger de forma limitada contra esta dolencia.
Fuente: Diario Infobae - Ver más sobre Vacunación