La norma se promulgó hace 3 meses y venció el plazo previsto
para su reglamentación. Desde el Ministerio de Salud afirman que trabajan en el
tema. Las familias de pacientes reclaman.
El 29 de marzo de este año el voto unánime del Senado le dio
la media sanción que le faltaba a la legalización del uso medicinal del
cannabis: hubo abrazos y aplausos y familias que lloraron de alegría en el
Congreso. El 18 de abril, a través de la publicación en el Boletín Oficial, se
promulgó esa ley, que lleva el número 27.350. Desde ese momento, el Estado
contaba con sesenta días hábiles para la reglamentación. Sin embargo, el plazo
ya venció el 14 de julio. Y aún no se sabe con seguridad cuándo se completará
el trámite.
Fuentes del Ministerio de Salud de la Nación, organismo que
funciona como autoridad de aplicación de la ley, admitieron que dicho plazo
está cumplido y sostuvieron que la ley se reglamentaría en los primeros días de
agosto.
Desde el ministerio que encabeza Jorge Lemus explicaron que
los equipos técnicos trabajan en el texto que reglamentará la ley, aunque no
dieron más detalles. Según el Boletín Oficial, la cartera de Salud puede
autorizar al Conicet y al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)
a que cultiven cannabis para investigar y para el tratamiento médico que el
Estado deberá garantizar una vez que la ley esté implementada. Ante la consulta
de Clarín, desde el INTA aseguraron que el organismo está a disposición de
Salud pero que todavía no está claro el rol que ocuparán en el proceso. Fuentes
del Conicet sostuvieron que han mantenido reuniones entre quienes investigan la
planta del cannabis en ese organismo y en el INTA, pero que no hubo encuentros
formales con el Ministerio de Salud.
“Estuvimos reunidos con gente de la Jefatura de Gabinete y
de Salud y mucha idea de lo que iban a hacer no tenían”, aseguró Soraya Chisu,
miembro de la organización civil Cannabis Medicinal Argentina (Cameda) y madre
de Katrina, que padece encefalopatía crónica no evolutiva y epilepsia
refractaria. A su hija la trata con derivados de la planta.
Valeria Salech, fundadora de la ONG Mamá Cultiva, dijo: “Nos
reunimos con funcionarios del Ministerio de Salud y la Agencia Nacional de
Laboratorios Públicos -que según el Boletín Oficial tendrá prioridad en la
producción de las sustancias para tratamiento medicinal con cannabis- pero no
tuvimos acceso al texto que reglamentará la ley”.
Para Salech, cuyo hijo Emiliano llegó a tener hasta 200
convulsiones por día producto de su epilepsia, “sería triste que no se
respetara el espíritu de la ley porque fue votada de manera unánime en
Diputados y Senadores”. Según contó, en las reuniones con funcionarios de Salud
las organizaciones civiles pudieron detallar algunas de sus prioridades: “Que
se genere un consejo consultivo del que participaríamos, que no se limite la
cantidad de médicos que podrán recetar tratamientos con cannabis y que se
respete el artículo 8 de la ley”, describió la referente de Mamá Cultiva. El
artículo 8 prevé la creación de un registro confidencial de pacientes y
familiares de pacientes que se traten con cannabis, a los que se podría eximir
de la sanción de prisión y multa que la ley 23.737 de 1989 establece para quien
“siembre o cultive plantas o guarde semillas, precursores químicos o cualquier
otra materia prima para producir o fabricar estupefacientes, o elementos
destinados a tales fines”.
El funcionamiento concreto del artículo 8 estará resuelto
una vez que reglamente la ley. “Eso mismo ocurre respecto de qué patologías van
a poder tratarse con los derivados del cannabis”, explicó Salech. Hasta ahora,
el aceite que la Anmat permitió importar en casos que tuvieron que pasar por la
vía judicial sirve sólo para algunas formas de la epilepsia, pero no para
dolores crónicos, tratamientos oncológicos, encefalopatías, lesiones medulares,
glaucoma y mal de Parkinson, entre otros cuadros.
“En las reuniones nos dicen que va todo bien, que va a
salir, pero no sabemos nada. Es importante que la reglamentación prevea que
conseguir el cannabis sea lo menos burocrático posible: los pacientes suelen
tener patologías muy graves y tener que hacer miles de trámites o recorrer
muchos kilómetros puede ser muy difícil”, describió Chisu, y agregó: “En esas
reuniones se habló de autocultivo pero por ahora no hay nada por escrito”. Para
Salech, “es preferible que venza el plazo de la reglamentación pero que se arme
un texto que no vulnere el espíritu de la ley”. Chisu aseguró que “Cameda va a
esperar hasta fines de julio y si no se reglamenta, empezarán a iniciarse
amparos judiciales”.
La mamá de Katrina dimensiona la espera: “Desde que el
Congreso votó la ley hasta ahora perdimos a dos nenes de Cameda. Uno de cuatro
y otro de diez años. ¿Cuánto resiste un cuerpito chiquito que convulsiona
cientos de veces por día? Muchos llegamos tarde al cannabis: mi hija ya tiene
daño hepático y renal. Queremos que a los que vengan no les pase lo mismo, que
desde el día uno puedan tratarse con cannabis. Pero mientras esperamos, se nos
muere gente”.
Fuente: Diario Clarín - Ver más sobre Legislación Sanitaria