El avance fue presentado en la Conferencia Mundial que se
lleva a cabo en París. La inyección aún está en prueba, pero los investigadores
son optimistas respecto del resultado. Evitaría la ingesta diaria de los
fármacos y los efectos secundarios que provocan.
Una inyección al mes con un tratamiento retroviral puede
reemplazar al cóctel diario de medicamentos que ingieren las personas con VIH.
Así lo confirmó una investigación realizada por un grupo de científicos que fue
divulgada en la novena Conferencia Mundial sobre la Ciencias del VIH, en París.
El estudio, publicado también en la revista de ciencia The Lancet y aún
continúa en fase de prueba, fue aplicado a 230 personas con el virus de inmunodeficiencia
humana durante ocho semanas, con resultados que alcanzaron una eficacia del 87
por ciento. Además la Fundación Huésped, en conjunto con el laboratorio
Richmond y los ministerios de Ciencia y Tecnología y Salud, presentaron en el
mismo congreso el estudio Andes, que también demuestra la posibilidad de
reducir las drogas diarias. “Estos avances traen muchos beneficios, no sólo a
nivel físico y químico, reduciendo la toxicidad, sino a nivel emocional”,
explicó a PáginaI12, la coordinadora del Programa de Adherencia de la Fundación
Huésped, María Celia Trejo.
En plena jornada internacional de investigación sobre el VIH
(el virus que puede causar, en una fase avanzada, el sida) los científicos
Joseph Eton y David Margolis se pararon frente a un auditorio repleto para
presentar los resultados de su investigación. La expectativa del público –casi
600 especialistas en la temática, entre ellos, científicos y médicos
argentinos– era consecuente al avance que había generado este estudio en
congresos anteriores: los investigadores analizaban la posibilidad de una
inyección mensual de retrovirales que reemplace a la ingesta diaria de
medicamentos.
Ayer se dieron a conocer los resultados de este estudio en
230 pacientes con VIH que utilizaron este tratamiento durante dos años y fueron
comparados con otro muestreo de personas que siguieron con su cóctel diario. El
87 por ciento de los pacientes del grupo que recibió las inyecciones cada
cuatro semanas continuaba con una carga viral indetectable. Pero además, otro
dato central fue que ese porcentaje era casi idéntico al grupo que continuó
tomando las pastillas una vez al día.
El estudio consistió en inyectar dos moléculas de retrovirales.
La primera molécula, llamada Cabotegravir, fue desarrollada por el laboratorio
ViiV Healthcare, una filial de GSK, Pfizer y Shionogi especializada en el VIH,
donde trabaja Margolis, uno de los autores del estudio. En cambio, la segunda
(Rilpivirina) es trabajada por el laboratorio del grupo estadounidense Johnson
and Johnson. Los dos laboratorios trabajaron en conjunto con estas moléculas
para combinar el primer tratamiento inyectable de acción prolongada contra el
VIH.
Tal como contaron especialistas que se encuentran en el
congreso a este diario, este estudio aún sigue en Fase III, es decir, en
período de prueba, pero en caso de seguir esa constancia, Eton y Margolis
calcularon que la inyección retroviral podría estar en las farmacias de acá a dos
años. En la actualidad, los pacientes con VIH ingieren tres principios activos
que controlan la carga viral en sangre. Con el nuevo tratamiento mediante
inyección, los pacientes sólo necesitarían una dosis cada cuatro semanas.
Pero, ¿qué consecuencias concretas en las personas con VIH?
Matías Muñoz, de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos (Rajap),
aseguró a este diario que “no es sólo la necesidad de tener que tomar todos los
días un cóctel de medicamentos, algo que desde afuera puede parecer sencillo,
sino todas las consecuencias que la ingesta diaria contrae”. Entre los efectos
secundarios de la ingesta diaria, los pacientes sufren afecciones al sistema
nervioso central, mareos, insomnio, insuficiencia renal, entre otros
padecimientos. “Siempre hay que ser cuidadosos y respetuosos con los avances.
En los debates que he participado, la mayoría lo ve con buenos ojos, pero aún
es muy pronto”, agregó Muñoz.
En el mismo Congreso, Pedro Cahn, director científico de la
Fundación Huésped, presentó en la sesión los hallazgos más recientes de los
resultados a 24 semanas del estudio Andes. Esta investigación demostró, contó
Cahn, que luego de ese período, usando dos drogas se pueden obtener resultados
similares al tradicional enfoque con tres drogas. “De confirmarse estos
resultados, a la semana 48 podríamos tener una evidencia adicional de que
podemos tener un régimen más económico, con menos toxicidad y menos riesgo de
interacciones medicamentosas facilitando así el acceso al tratamiento de más
pacientes”.
En Argentina hay 120 mil personas con VIH, de acuerdo a un
informe del Ministerio de Salud. De esa población, sólo el 70 por ciento (84
mil) conoce su diagnóstico. Y su gran mayoría se atiende en hospitales
públicos. La principal vía de transmisión son las relaciones sexuales, luego
siguen en menor porcentaje, la transmisión perinatal y el uso drogas
inyectables.
“Además de estos adelantos, es necesario que el Estado
avance con políticas públicas que permitan negociar estos nuevos tratamientos
con la industria farmacéutica, así podría ser accesible a una mayor población
de personas con VIH. Pero hay que entender que el virus no es sólo epidemia
clínica y médica, sino social. Actualmente, las personas con VIH tienen serias
dificultades para acceder al trabajo, a la educación. O como se conoció en los
últimos días, incluso a la posibilidad de que un banco te dé un crédito por
seguro de vida”, concluyó Muñoz.
Fuente: Página 12 - Ver más sobre VIH