Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Música Gracias a
los implantes cocleares, Eduardo y Juan volvieron a disfrutar de los sonidos.

Puse la radio en el auto y de repente empezó a sonar Pink
Floyd. Me puse a llorar, pensé que nunca iba a volver a escucharlos . Eduardo
Castillo tiene 37 años y una infección intrahospitalaria lo dejó completamente
sordo un año y medio. Hoy, gracias a los implantes cocleares, los dos disfrutan
de su pasión, la música.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más
del 5% de la población –unos 360 millones de personas– tienen una pérdida
auditiva discapacitante. Y de los 134 millones de niños que nacen al año en el
mundo, entre 1 y 3 de cada 1000 sufre una pérdida auditiva. En la Argentina
nacen aproximadamente 750 mil chicos al año, es decir, entre 700 y 2.250 niños
pueden nacer con problemas auditivos. Lo importante es que la prevención
primaria puede evitar la mitad de los casos.
Andrea y Pablo comenzaron a notar que algo en Juan no andaba
bien. Tenía ocho meses y no sostenía la cabeza, no lograba sentarse derechito,
no se asustaba con los ruidos, no respondía a su nombre y ni siquiera se
asustaba con el ladrido de su perro. A los 5 años recibió un trasplante
coclear, entonces empezó a desarrollar el habla y a socializar con otros. Su
abuelo tocaba la guitarra, su tío tenía una banca de rock, todo ayudó para que
a los 10 años se diera cuenta que lo suyo era la música: Lo primero que escuché
fue Soda Stereo y me encantó. Ahora con mi banda hacemos covers de Soda y otros
grupos, como Black Eyed Peas y Creedence . Además, Juan es mago. Estudió en una
escuela de magia y hoy da shows en fiestas y cumpleaños.
La discapacidad auditiva representa el 18% de las
discapacidades en el país, y se reparte en un 86,6% de dificultad auditiva y un
13,4% en sordera. A veces es congénito.
“Las principales causas de pérdida de audición son las
infecciones de oído no tratadas, algunas enfermedades infecciosas que se
previenen mediante la vacunación (rubéola, meningitis, sarampión o paperas) y
los traumatismos craneoencefálicos o de oídos. La exposición al ruido excesivo
como trabajar con maquinaria ruidosa, escuchar música a todo volumen con
auriculares o las explosiones pueden lesionar el oído –explica Mario Emilio
Zernotti, jefe de Servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende de Córdoba
y médico referente de MED-EL–. La pérdida de audición también puede suceder por
problemas durante el embarazo y el parto, como asfixia del parto, infecciones,
o el uso inapropiado de medicamentos ototóxicos”.
Eso le pasó a Eduardo. Un accidente en moto en enero de 2002
lo llevó al hospital, nada muy grave, pero se complicó por los medicamentos.
A los 20 días de estar internado estaba completamente sordo.
De repente me quedé sin poder trabajar, hacer deportes y mi música . Había
estado en distintas bandas de Mar del Plata, siempre componía, y además era el
cantante. La última: RXM Rock Expending Machine.
Fue un año y medio de pura oscuridad, en el que no hubo
música, trabajo ni deportes, porque había perdido el equilibrio. Y Eduardo
hacía de todo: basquet, handball, mountaing bike...
En 2003 se hizo el trasplante coclear en los dos oídos. Con
el derecho escucha mejor los agudos a medios, y con el izquierdo de medios a
graves. Sólo con el derecho ya se arregla perfectamente para seguir cualquier
conversación sin dificultad. Con los dos la música volvió a ser sublime.
Escucho lo que escuché siempre, pero ahora no soporto la
distorsión, sólo la música armónica.
Su remera del Indio Solari lo delata . Sí, amo a los
Redondos, pero también a Charly Parker y a Edith Piaf.
De todas formas, su debilidad hoy está puesta en sus hijas
Ambar (4) y Camila (15), que lo deleitan con sus voces, sus bailes y sus
melodías en el piano.
También volvió a trabajar ( “soy un gran reciclador de
casas” ), a trotar y a andar en bicicleta por la hermosa costanera marplatense.
“La prevención primaria puede evitar la mitad de los casos
de sordera y defectos de la audición, por eso son tan importantes los programas
de detección de problemas auditivos en niños menores de un año, y en el caso de
los adultos, la revisión permanente –explica Zernotti-. El tratamiento depende
de la causa y puede ser médico, quirúrgico, mediante implantes cocleares o
adaptación de audífonos”.
Fuente: Diario Clarín