Sólo están inmunizadas entre el 10 y el 20 por
ciento de las personas con indicación de vacunación contra la enfermedad
neumocócica. Hoy se sabe que la neumonía es un serio problema de salud pública
a nivel mundial y una de las principales causas de muerte en adultos mayores. Del 5 al 11 de noviembre se conmemora la "Semana de la Neumonía"
De acuerdo con lo indicado por el doctor Daniel Stamboulian,
infectólogo y presidente de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos
–FUNCEI-, entre la población vulnerable se encuentran no sólo los niños sino
los adultos mayores, sobre todo personas con factores de riesgo.
”Entre los grupos de riesgo están los chicos menores de 2
años, pero también los adultos mayores de 65 años, y las personas que padecen
enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiovascular, cáncer, insuficiencia
renal crónica, infección por VIH-sida, y trasplante de médula ósea, entre otros.
Además, entran dentro de la población vulnerable los pacientes a los que les
funciona mal el bazo o que carecen del mismo, las personas inmunocomprometidas
por corticoides, personas con diabetes, con trastornos con el alcohol y los
fumadores”, sostuvo.
Los principales signos que pueden estar indicando la
presencia de una neumonía son tos (muchas veces con expectoración), fiebre leve
o alta, escalofríos con temblores y dificultades para respirar. También suele
presentarse con dolor de cabeza, falta de apetito, fatiga, malestar general,
dolor en el pecho que empeora al respirar o toser y, sobre todo en personas de
mayor edad, síntomas de confusión.
“Para los menores de 2 años, la vacunación contra el
neumococo está incluida en el calendario, pero en los adultos hay una mala
cobertura de vacunación, estimada en alrededor del 10%. Lo que ocurre es que,
si no tienen un compromiso de salud severo, la inmunización está puesta como
campaña en forma conjunta con la antigripal, se la ofrece al momento de
vacunarse contra la gripe, pero no es obligatoria”, señaló el doctor
Stamboulian.
El término “enfermedad neumocócica” (EN) se utiliza para
designar al grupo de enfermedades causadas por la bacteria S. pneumoniae,
también llamada ‘neumococo’. Este grupo de enfermedades tiene manifestaciones
invasivas, como bacteriemia (infección generalizada en la sangre) y meningitis
(infección de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal), y
manifestaciones de infecciones no invasivas, como la neumonía.
“El 20% de las neumonías en general requiere
hospitalización. La mortalidad a causa de la neumonía se encuentra en el orden
del 10%, pero en aquellos pacientes que requieren hospitalización, la
mortalidad puede llegar al 40%. Hoy se sabe que el riesgo de contraer la enfermedad
para una persona de 18 años es del orden del 0,4 por 1.000, mientras que para
una persona de 90 años es superior al 4%, es decir que el riesgo es 100 veces
superior. La neumonía en adultos está subestimada, no se comprende cuál es la
magnitud del problema y la vacuna en adultos se utiliza muy poco”, refirió el
doctor Carlos Luna, jefe de la División Neumonología del Hospital de Clínicas
José de San Martín.
Según consignó Stamboulian, de las neumonías adquiridas en
la comunidad, es decir fuera del ámbito hospitalario, se estima que,
dependiendo de la zona, un 30% son debidas al neumococo. De acuerdo con los
datos preliminares del estudio epidemiológico denominado Carga de Neumonías
adquiridas en la Comunidad en Adultos en tres ciudades de Argentina, Uruguay y
Paraguay, realizado en una población mayor de 18 años, y que se encuentra en
curso, entre los de 65 años y más, 34 de cada mil padecen una neumonía
adquirida en la comunidad. A su vez, se observa que la mortalidad de esa neumonía
por neumococo en los adultos mayores de 65 años en los países del Cono Sur está
en el orden del 17.3%.
“Habitualmente, la neumonía adquirida en la comunidad, NAC,
tiene una mortalidad del 10%, pero en estas tres ciudades se encontró que
estaba por encima de lo que sugería la bibliografía, sobre todo en mayores de
65 años”, reveló Stamboulian.
En el estudio, que en el caso de la Argentina involucró a
los habitantes de General Roca, en Río Negro, con sus 90.647 habitantes, según
los datos del último censo del INDEC, se vio además que en la franja etaria que
va de los 18 a los 49 años, la mortalidad es de 1.4%. En tanto, la mortalidad
global, es decir para todas las edades, es de un 11.6%.
“Como se ve, a mayor edad, mayor mortalidad. Por eso hay que
incentivar la vacunación de estos pacientes, de hecho se la pueden aplicar
conjuntamente con la vacuna antigripal. Muchas veces, los adultos mayores no
tienen conciencia de la importancia de la vacunación antineumocócica”,
describió el infectólogo.
Hoy se sabe que la enfermedad neumocócica es uno de los
principales problemas de salud pública a nivel mundial y una de las más
importantes causas de muerte en adultos mayores, fundamentalmente por la
neumonía. En 2002, se registraron 896 mil muertes de adultos en el mundo debido
a la enfermedad neumocócica. La Argentina, Brasil y Chile poseen la mayor
cantidad de datos disponibles y las estimaciones son 120.000 casos anuales de
la enfermedad en Argentina.
Datos del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’, aseveró
el doctor Luna, indican que “hace 10 años estaba inmunizado el 10% de los
pacientes que tenían indicación de vacuna antineumocócica; en el caso de la
vacuna antigripal el 50% de los que tenía indicación estaba vacunado. En 10
años esa tasa de vacunación llegó al 20%, pero sigue siendo muy baja. Deberían
estar vacunados todos los que tienen indicación, lo que no sucede, básicamente,
por una falta de indicación por parte de los médicos, por desconocimiento”.
De acuerdo con datos del ProNaCei, entre las causas más
habituales por las cuales los profesionales no indican la vacunación a los
adultos, se encuentran el desconocimiento de su importancia como forma de
prevención de las enfermedades correspondientes en los adultos o sus
complicaciones, el desconocimiento de la eficacia y la seguridad de las vacunas
y la confusión acerca de las diferentes recomendaciones para poblaciones
especiales y vacunas de uso rutinario para los adultos.
“Los médicos que más indican la vacuna son los neumonólogos;
entre éstos, la tasa de vacunación está en el orden del 40%. El resto de los
especialistas recién ahora está tomando conciencia de su rol al respecto. En
niños, los expertos son los pediatras, pero en el caso de los adultos no existe
una especialidad que recomiende específicamente la vacunación; además, no todos
los adultos mayores van al médico de familia o generalista”, señaló Luna.
Oportunidades
Entre las oportunidades que se pierden con más frecuencia
para la vacunación en adultos, figuran:
· Las falsas contraindicaciones: no vacunar porque el
paciente presenta, por ejemplo, cuadros leves de enfermedad respiratoria. La evidencia
científica indica que la mayoría de las vacunas pueden aplicarse en esta
situación, y la vacunación debe postergarse sólo frente a casos de enfermedad
febril grave.
· No aplicación de vacunas en forma simultánea: la mayoría
de las vacunas puede ser administradas en la misma ocasión. Cuando se realiza
la campaña de vacunación antigripal debe aprovecharse la oportunidad para
administrar la vacuna antineumocócica (si ésta no hubiera sido aplicada con
anterioridad), dado que las indicaciones de ambas vacunas suelen coincidir.
“Cualquier consulta o internación es una buena oportunidad
de vacunación. En el Hospital de Clínicas observamos que los pacientes que se
internan en terapia intensiva –de los cuales el 95% tiene indicaciones de
vacunación antineumocócica y antigripal- por el solo hecho de que se van de
alta de la terapia no reciben la vacuna, entonces se pierde una oportunidad. La
hospitalización por cualquier problema serio de salud es una oportunidad de
vacunación”, subrayó el doctor Luna.
La población de más de 50 años de edad crece en la región.
Se proyecta que abarcará casi un tercio de la población de América Latina y el
Caribe para 2040. Dentro de este contexto, la vacunación en los adultos cobra
particular relevancia; de hecho, un estudio reciente descubrió que la NAC
representa para los sistemas de salud casi 6.500 millones de dólares anuales en
sólo seis países de América Latina.
Actualmente, existen dos vacunas recomendadas para la
población adulta: la antineumocócica polisacárida de 23 serotipos, que se
aplica en una dosis para todos los mayores de 65 años, y para los menores de
esta edad que integren los grupos considerados en riesgo de enfermedad invasiva
por neumococo. A los pacientes de mayor riesgo se les aplica una segunda dosis a
los 5 años de la primera.
La otra vacuna es la conjugada de 13 serotipos, que fue
aprobada en 2012 por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos del gobierno
de Estados Unidos), la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) y ANMAT
(Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para
mayores de 50 años. Próximamente se publicarán los resultados del estudio
CAPITA, una importante investigación diseñada para definir la eficacia de la
vacuna en la prevención de la neumonía.
Fuente: Diario La Prensa