La entrada al campo de concentración de Dachau (Alemania) fotografiada en 2012
y 2014, respectivamente.

Un empleado del Centro Conmemorativo de Dachau, en el sur de
Alemania, hacía el hallazgo a primera hora del domingo. Cuando acudía a abrir
las instalaciones del campo de concentración nazi a los primeros visitantes, se
dio cuenta de que faltaba una de las dos históricas puertas del recinto en las
que se podía leer el lema 'Arbeit macht frei' ('El trabajo os hará libres').
La hipótesis policial es que fue robada en la madrugada del
sábado al domingo con la ayuda de un vehículo, puesto que se trata de una
pesada puerta de hierro forjado. El complejo está protegido las 24 horas por un
sistema de vigilancia, pero se trata de un área de difícil cobertura y no hay
cámaras instaladas, por lo que es presumible que el ladrón o los ladrones
hubiesen estudiado los horarios de los guardias y aprovechasen un momento en el
que se encontrasen más alejados de la puerta. El Ministerio de Interior alemán
fue inmediatamente informado y la policía solamente ha informado que "no
parece tratarse de una gamberrada, sino de un robo largamente planeado".
Ante la falta de pruebas, no es posible aún determinar el
móvil del robo o si tiene algún trasfondo neonazi. "No tenemos idea de
quién puede habérsela llevado", ha dicho a la prensa local la presidenta
del Centro, Gabriele Hammerman, "pero sea quien sea está haciendo un daño
a la memoria de Alemania y, aunque su intención sean solamente el lucro, es
presumible que la puerta acabará de una u otra forma en las manos
inadecuadas". La venta de objetos nazis está prohibida en Alemania, pero
no en otros países como Gran Bretaña, donde cuentan con una nutrida demanda. El
Centro Simon Wiesenthal ha pedido al Reino Unido la prohibición de estas
ventas, pero la porosidad de las fronteras hace muy difícil su control y el
alto precio que obtienen esos objetos en el mercado negro los hace muy
atractivos para los ladrones.
"Es un hecho vergonzoso", ha denunciado Max
Mannheimer, superviviente del campo y que recuerda cómo los prisioneros
atravesaban a diario la puerta ahora robada con destino a la muerte.
En diciembre de 2009 también desapareció de la entrada
principal de otro campo de exterminio, Auschwitz, en el sur de Polonia, el
letrero con la inscripción 'Arbeit macht frei'. La policía lo encontró tres
días después en una casa de campo, cortada en tres piezas y detuvo más tarde a
los autores del robo. El considerado cerebro del delito, el antiguo líder
neonazi sueco Anders Hoegstrem, fue condenado a dos años y ocho meses de
prisión.
En esta ocasión, sin embargo, el plan de robo ha sido
diferente y los ladrones no han permanecido con la puerta en las cercanías del
campo. La primera reacción de la policía ha sido una redada en los alrededores
con la esperanza de placar su salida de la región, pero todo apunta a que el vehículo
que supuestamente la trasporta había atravesado a esa hora la frontera alemana
en dirección sur-sureste.
Fuente: Diario El Mundo - Ver más Notas de Color