Una de cada tres niñas de entre 11 y 16 años no está
protegida contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Precisamente, de las 2.100.000 niñas que deberían haber iniciado
su esquema de vacunación, 1.350.000 lo completaron, 500 mil lo iniciaron y 250
mil no recibieron la primera dosis, indicó un comunicado de Fundación Huésped.
El cáncer de cuello de útero es causado por una infección
persistente por un genotipo de alto riesgo de VPH. La vacuna, incluida en el
Calendario Nacional de Vacunación, protege contra cuatro genotipos. Dos, el 16
y 18, son los causantes del 80% de los
casos de cáncer cervicouterino y otros dos, el 6 y 11, son causantes del 90% de
las verrugas genitales.
Desde octubre de 2011 se encuentra disponible para niñas
nacidas a partir del año 2000. Desde enero de este año se sumaron los niños
nacidos a partir de 2006 para recibir el beneficio directo de la vacunación, ya
que el virus también puede provocar cáncer de ano, pene o garganta.
La vacuna se aplica en dos dosis separadas al menos por seis
meses. El esquema iniciado se puede completar en cualquier momento, sin
importar cuánto tiempo haya pasado, no hace falta reiniciarlo.
“El porcentaje de cobertura de vacunación es del 83% en la
primera dosis y del 55% en la última. La que el contacto con el sistema de
salud es menos frecuente, por este motivo, el dato es alentador: el 83% de los
padres de adolescentes en Argentina confían en la vacuna”, destacó la doctora Carla Vizzotti, Consultora
para el Análisis de Estrategias Sanitarias de Fundación Huésped.
“Tenemos que trabajar para favorecer el acceso de los
adolescentes a las vacunas en general y contra VPH en particular, tanto en
aquellos que todavía no accedieron, como en quienes no completaron las dos
dosis. Todas las niñas que hayan nacido a partir del año 2.000 tienen reservada
su dosis en los vacunatorios públicos, tanto para iniciar como para completar
el esquema, y de esta manera estar protegidas. No importa cuánto tiempo pasó de
la primera dosis, no hace falta reiniciarlo, solo recibir la dosis que faltan.
Son gratuitas y obligatorias”, agregó.
A pesar de que se puede prevenir o detectar precozmente, en
Argentina se diagnostican alrededor de 5.000 nuevos casos de cáncer de cuello
de útero y se registran 1.900 muertes de mujeres por año, la mayoría de ellas
son de bajos recursos y presentan dificultades para acceder al sistema de
salud.
Según la Organización Panamericana de la Salud, en el año
2012 más de 83.000 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer cervicouterino y
casi 36.000 fallecieron por esta enfermedad en las Américas. Si se mantienen
las tendencias actuales, el número de muertes en esta región aumentará un 45%
en 2030.
La vacuna contra el VPH no reemplaza el Papanicolau, ni
tampoco a los métodos de barrera para prevenir otras ITS. El Papanicolau
permite detectar la presencia del virus precozmente y de esta forma
curarlo. Se trata de estrategias
complementarias en el marco del abordaje integral para la prevención del cáncer
de cuello de útero.
Fuente: DocSalud - Ver más sobre Vacunación