jueves, 16 de julio de 2015

La muerte digna, un desafío para los médicos

El fallo de la Corte por Marcelo Diez abre puertas. "Van a surgir más casos", dijo un profesional.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia a favor de la muerte digna en el caso Marcelo Diez será un enorme mojón en la historia de la medicina nacional, sencillamente porque hay cientos de Marcelo Diez en hospitales, clínicas privadas o desahuciados en sus casas.

"He visto decenas de personas en estado vegetativo persistente, algunos incluso peor que Marcelo. Pero nunca en 15 años algún familiar me pidió que quería que el paciente muriese. Ahora, pudo ser por falta de información o porque lo lógico en la medicina es prepararse para el que quiere vivir, no para el que ya no puede hacerlo. La sociedad no está preparada para estas cosas y ahí es donde hay que dar el debate. Lo que ahora sabemos los médicos es que desde el fallo se abre un nuevo panorama, y tendremos que prepararnos para que esos pedidos ocurran. Lo de Marcelo fue inhumano, que viviese tantos años en esas condiciones, pero no todos los casos son iguales. Los médicos tenemos que poner las barbas en remojo y dar la discusión".

El profesional que hace la autocrítica y prefiere la reserva de su identidad, atendió durante años a Diez y a decenas de pacientes en estado vegetativo.

Algunos de sus colegas dicen que "ha visto a todos los pacientes en estado vegetativo de la zona. Ahora van a surgir más casos. Por el fallo, pero también porque los avances en la medicina generan más tiempo en terapias, de sobrevivencia...".

El médico ahora está a cargo de la rehabilitación de dos pacientes vegetativos persistentes. Uno de ellos sufrió un accidente similar al de Diez: en octubre del año pasado viajaba en una motocicleta sin casco, cayó, golpeó la cabeza contra el frío concreto y nunca más despertó. El traumatismo de cráneo lo paralizó y no responde a ningún estímulo. En la habitación donde transcurren sus días sólo se mueven los parientes, hoy "destruidos" por la situación.

En ese mismo centro también está internada una reconocida profesional de la medicina, que sufrió una esclerosis lateral amiotrófica, quedó inmóvil y sólo puede mover sus labios, no para hablar, sí para manejar un puntero láser que digita un abecedario electrónico. Así se comunica. Supo ser una de las médicas más prestigiosas de Neuquén e inclusos sus "viejos" pacientes hoy la visitan. La enfermedad, que se hizo conocida cuando atacó sin piedad al gran Roberto Fontanarrosa, dio sus primeras señales en el cuerpo de la mujer un día que salía de su consultorio. Intentó abrir la puerta de su auto y le fue imposible colocar la llave. Sería el principio de una pesadilla. Ahora está postrada, consciente de todo lo que pasa a su alrededor. Está conectada al mundo. Para lo bueno y para lo malo. Entra en profundas depresiones y de a poco se quedó sin compañía.

"Son casos tan atípicos y nadie está preparado para ellos. En general, la sobrevida de estos pacientes es de cuatro, cinco años. Los parientes y amigos hacen todo lo que está al alcance en los primeros años, pero después se cansan (ver aparte). Entonces, todo es peor.

-¿Son pacientes que no tienen posibilidad alguna de mejora?

-Hace poco tuvimos un caso de un muchacho de 20 años que tuvo un accidente en moto. Grave. Quedó vegetativo persistente. Incluso llegamos a decirle a la familia que no iba a andar, que no saldría... Pero a los cinco meses abrió los ojos, al tiempo se río, ahora hace bromas. Está secuelado, pero mejora. Ahora, eso ocurre cuando están meses en situación de vegetativos persistentes, no años. Cuando pasan años, no hay nada para hacer, salvo trabajar sobre los cuidados paliativos y la calidad de vida.

-Es el gran debate la "calidad de vida".

-Es que tenemos que discutir de qué hablamos cuando hablamos de calidad de vida. Nosotros lo estamos debatiendo.

Fuente: rionegro.com.ar - Ver más sobre Muerte Digna