Cada último viernes de agosto. El mal de Chagas es la mayor endemia en la Argentina y
afecta a cerca de un millón y medio de personas. Provoca incapacidades físicas
y emocionales y genera importantes gastos en el sistema de salud,
principalmente por internaciones, trasplantes de corazón y la implantación de
marcapasos.
Históricamente, el mal de Chagas lo padecían los habitantes
de casas rancho, donde tiene presencia el vector de los países de América
Central y del Sur y México. En nuestro país, al vector se lo llama comúnmente
"vinchuca". Pero los movimientos migratorios han generado un cambio:
el Chagas afecta a la gente de muchas ciudades de América y Europa donde no se
encuentran vectores, pero sí personas que migran a las zonas urbanas con sus
ilusiones y sus enfermedades.
Tres son las vías por las que este parásito puede llegar al
ser humano: a) vectorial, generada por la deyección del vector; b) vertical,
las madres infectadas lo pueden transmitir en el embarazo al producto de su
concepción, y c) transfusional, si el donante tuviera Chagas.
Cuando aparece la infección, la mayor parte de los niños y
adultos no presentan síntomas, lo que dificulta su diagnóstico. Al cabo de 15 a
30 años puede afectar el corazón y el aparato digestivo y provocar distintos
grados de invalidez, incluso la muerte, si no es asistido adecuadamente.
Los dos medicamentos para combatir el parásito fueron
desarrollados en los años 70 del siglo pasado. Hoy, un laboratorio nacional,
Elea, está produciendo el benznidazol. Recientemente, investigadores de la
Facultad de Medicina de la UBA han desarrollado el otro fármaco, el nifurtimox.
Su efecto es mayor cuanto menor es la edad del paciente que lo recibe. Este
dato obliga al sistema de salud a arbitrar medidas de detección y tratamiento
en los primeros años de la vida, especialmente en los neonatos.
En nuestro país, la lucha contra esta endemia la realiza el
Ministerio de Salud de la Nación a través del Programa Nacional de Chagas, que
se ocupa de proveer insumos y capacitaciones al personal de salud. En cada provincia
existe un programa que debe garantizar la ejecución de las acciones en su
territorio. Actualmente se cuenta con un refuerzo presupuestario para
incrementar todas las tareas. Asimismo, es importante el aporte de diferentes
ONG, como la Fundación Bunge y Born y Mundo Sano. La educación y la prevención
son claves y exigen la intervención mancomunada de la población con las
autoridades sanitarias y de educación de los tres niveles.
La lucha contra el parásito se realiza mediante el rociado
con insecticidas en las áreas rurales endémicas que aún poseen vectores;
también es relevante la vigilancia para la detección de vinchucas que hubieran
invadido nuevamente los hogares. Junto a esto se requiere reemplazar las casas
de adobe por viviendas de material. Todas estas acciones disminuyen la
posibilidad de instalación de las vinchucas en los hogares.
Para erradicar la enfermedad es imprescindible que estas
acciones se realicen simultáneamente, porque cuanto mayor alcance tenga la
acción preventiva y más precoz sea la detección de la enfermedad, mejores serán
sus resultados.
Fuente: Diario La Nación - Por Héctor
Freilij (Miembro del Programa Nacional de Chagas y consultor del
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez) - Ver más sobre Mal de Chagas