El “Seminario de cannabis medicinal” contó con la presencia
de médicos, químicos, pacientes y familiares, se expusieron los avances en los
tratamientos con cannabis y la situación actual en nuestro país.
Con la presencia de más de 400 personas, se realizó ayer el
“Seminario de cannabis medicinal” en Rosario. Durante toda la tarde, los expositores
hicieron un recorrido sobre la evidencia científica y las experiencias clínicas
para el uso de la marihuana medicinal. Dolor crónico, epilepsia, desnutrición
asociada al HIV, son algunas de las patologías en las existe evidencia que la
marihuana puede cumplir un rol. Como explicaron los propios expositores, la
evidencia existe. Pero la política estatal prohibicionista priva a miles de
pacientes de acceder a un fármaco seguro, barato y con pocos efectos
secundarios.
La jornada, que se extendió por más de 4 horas, fue
organizada por las agrupaciones CAMEDA (Cannabis Medicinal Argentina) y AREC
(Asociación Rosarina de Estudios Culturales). Contó con un público diverso:
profesionales de la salud, personas de todas las edades interesadas en el tema,
madres y familiares de niños con epilepsia refractaria, y pacientes con
enfermedades que se beneficiarían con el cannabis medicinal.
La planta maldita
Como explicaba el investigador Marcelo Morante (médico y
docente de la Cátedra de Medicina Interna de la UNLP), la evidencia científica
existe y es clara. El problema es que las legislaciones restrictivas, en
Argentina y gran parte del mundo, limitan enormemente las posibilidades de
investigación. Pero a pesar de estos límites, existen motivos suficientes para
considerar e indicar marihuana como parte del tratamiento de pacientes que
sufren dolor crónico (particularmente, dolores refractarios), fibromialgia,
esclerosis múltiple y desnutrición en HIV.
Además de las patologías en las que la utilidad de cannabis
medicinal se considera comprobada, una serie de estudios empiezan a mostrar su
utilidad en el tratamiento de migrañas, enfermedad inflamatoria intestinal y,
especialmente, epilepsia refractaria. Todas las patologías mencionadas afectan
fuertemente la calidad de vida, y el acceso a la marihuana medicinal puede
mejorar enormemente la vida de los pacientes.
Las experiencias clínicas
En todas las exposiciones se reflejaba una idea. Los
pacientes reclaman y necesitan tener acceso al tratamiento. Desde el relato
sobre una paciente con un cáncer duodenal avanzado, con quien el tratamiento de
primera línea había fracasado hasta las vivencias de las madres de pacientes
con epilepsia refractaria, todos mostraban que el uso de marihuana medicinal
puede mejorar la vida de personas que, sin el acceso a esta medicación,
seguirán sufriendo.
La prohibición y sus víctimas
Como explicaba Alejandro Corda (abogado y docente de la
UBA), la actual situación de la legislación argentina habilitaría la
prescripción de marihuana para el tratamiento, o su cultivo y uso para
investigación. El problema es que esta “habilitación” se esconde detrás de un
verdadero laberinto legal y técnico, que hace extremadamente difícil su
aplicación práctica para investigación, y casi imposible su uso terapéutico,
que se expone al riesgo de la persecución penal o a ser víctima del
narcotráfico.
Los expositores reclamaron la creación de un marco legal que
permita la investigación y el uso del cannabis medicinal, quitándolo de la
esfera de la justicia penal y entendiéndolo como parte de un acceso más pleno
al derecho a la salud.
Entre los varios proyectos y resoluciones presentados en el
Congreso Nacional y en cámaras provinciales y municipales, se destaca el
presentado por Miryam Bregman y Nicolás Del Caño este año, que propone la
legalización plena de la marihuana como forma de garantizar el libre acceso
para investigación y tratamiento y terminar con el negocio del narcotráfico.
Fuente: La Izquierda Diario - Ver más sobre Medicamentos