jueves, 1 de septiembre de 2016

Enfermedades mentales: la genética, clave en la elección del tratamiento

La respuesta a la medicación suele ser variable e impredecible. Los tests farmacogenéticos para elegir la mejor terapia pueden ahorrar tiempo y sufrimiento.   

El tratamiento de los trastornos mentales está plagado de bajas tasas de éxito.Al igual que sucede con distintos trastornos médicos complejos como la hipertensión, la epilepsia o la diabetes, parece haber distintas vías etiopatogénicas que conducen a los mismos signos y síntomas que definen algunos trastornos mentales como las depresiones, los trastornos bipolares y las psicosis. En muchos pacientes con estas enfermedades suele ser difícil acertar de entrada la mejor estrategia de tratamiento con un medicamento considerando únicamente los datos de la clínica.

La respuesta individual de los pacientes a la medicación es muy variable e imprevisible; hay quienes presentan una respuesta negativa o insuficiente a determinado medicamento, y hay personas con mayor probabilidad de manifestar reacciones adversas. Muchas de estas diferencias responden a factores genéticos. Se estima, por ejemplo, que hasta un 60% de los pacientes no responden de forma completa a los fármacos antidepresivos y un 40% no obtienen ninguna respuesta.

Los efectos adversos del tratamiento antidepresivo son frecuentes (40-90%) y no es posible predecir su aparición a priori. Aunque los antipsicóticos han logrado revolucionar el tratamiento de la esquizofrenia, la tasa de remisión se sitúa alrededor del 35-40%. Sumado a esto, los pacientes con tratamiento a largo plazo con antipsicóticos corren riesgos de presentar lo que se conoce como “discinesia tardía”, movimientos anormales e involuntarios fundamentalmente en la cara que es potencialmente irreversible si son tratados con los antipsicóticos típicos y “sindromes metabólicos”, si utilizan los de última generación. Entre las enfermedades neurológicas, se estima que un 20% de los pacientes con epilepsia son resistentes a los fármacos antiepilépticos.

El tratamiento de los trastornos mentales, en todas sus formas clínicas, está plagado de bajas tasas de éxito, si por éxito entendemos la curación o la remisión sostenida. A pesar del gran número de psicofármacos disponibles y de tratamientos psicoterapéuticos largos y costosos, muchos pacientes no responden y otros mejoran pero experimentan síntomas residuales que afectan su funcionamiento cotidiano. Por otra parte, hay actualmente muy pocos desarrollos de fármacos (muy) novedosos por lo que es cada vez más necesario usar mejor los medicamentos que ya tenemos para las enfermedades neuropsiquiátricas. Las herramientas que colaboran con esa mejor utilización son los tests farmacogenéticos; ellos pueden proporcionar información útil sobre las características del genoma de cada paciente y su relación con un gran número de fármacos. De esa relación surgen recomendaciones a tener en cuenta en el momento de la prescripción y en función de la genética específica del paciente.

La posibilidad de seleccionar los medicamentos orientados por este tipo de estudios y encontrar a los que puedan ser más eficaces para cada paciente singular o generar la menor cantidad de efectos adversos, podría mejorar en mucho la calidad de vida de los pacientes afectados por enfermedades neuropsiquiátricas. Se evitaría sufrimiento, se ganaría tiempo y se mejoraría la eficacia de la atención: hay que recordar que las enfermedades neuropsiquiátricas están entre las que mayor sufrimiento generan a quienes las padecen.

Fuente: Diario Clarín - Ver más sobre Salud Mental