El brazo sanitario de Naciones Unidas defiende la tasa para
combatir la epidemia global de obesidad.
La agencia de salud de Naciones Unidas ha lanzado hoy un
llamamiento mundial para que todos los países impongan impuestos sobre las
bebidas azucaradas y reduzcan así la actual epidemia de obesidad y diabetes que
afecta a cientos de millones de personas y es especialmente preocupante en
niños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha defendido que
un impuesto que aumente el precio de las bebidas azucaradas en un 20% resulta
en reducciones similares en el consumo de estas sustancias, según un informe
elaborado por expertos de esta organización este mismo año. Hoy se celebra el
Día Mundial contra la Obesidad.
El llamamiento de la OMS se produce un día después de que un
estudio liderado por investigadores en EE UU desvelase que Coca-Cola y Pepsi
han aportado decenas de millones de dólares a organizaciones de salud para
lavar su imagen y restar apoyos a las leyes que quieren establecer impuestos
sobre estas sustancias.
“Desde un punto de vista nutricional la gente no necesita
azúcar en sus dietas”, ha dicho Francesco Branca, director de Nutrición, Salud
y Desarrollo de la OMS, en un comunicado emitido por su institución. “La OMS
recomienda que si la gente consume azúcares libres, mantenga su consumo por
debajo del 10% de sus necesidades energéticas globales y las baje a menos del
5% para obtener beneficios adicionales para su salud”, resalta Branca. Una sola
lata de refresco convencional contiene más del 100% de todos los azúcares
libres considerados óptimos por la OMS para un día.
Desde un punto de vista nutricional la gente no necesita azúcar en sus dietas”
Los azúcares libres engloban la glucosa, la fructosa o el
azúcar de mesa que se añaden artificialmente a las bebidas y las comidas, así
como los que están de forma natural en productos como la miel o los zumos.
“El consumo de azúcares libres, incluidas las bebidas
azucaradas, es uno de los principales factores del incremento global de
personas que sufren obesidad y diabetes”, ha declarado Douglas Bettcher,
director de Prevención de Enfermedades no Infecciosas de la OMS. “Si los
gobiernos ponen impuestos a productos como las bebidas azucaradas, pueden
reducir el sufrimiento y salvar vidas”, asegura. Además, señala la OMS, estos
impuestos reducen el coste que el tratamiento de esas enfermedades generan en
el sistema sanitario y supondrían una recaudación que podría dedicarse a
políticas adicionales de promoción de la salud.
El llamamiento de la OMS intenta frenar una epidemia de
obesidad de proporciones globales debida al consumo de grasas y azúcares y a un
estilo de vida sedentario. Uno de cada tres adultos en todo el mundo tiene
sobrepeso y la prevalencia de la obesidad se ha duplicado desde 1980. La
situación es especialmente preocupante en los más jóvenes. En apenas 15 años,
el número de niños de menos de cinco años obesos o con sobrepeso ha aumentado
en 11 millones, hasta alcanzar los 41 millones.
Coincidiendo con la celebración hoy del Día Mundial de la
Obesidad, la OMS también alerta del avance de la diabetes, otra dolencia
relacionada con el alto consumo de azúcares y el sedentarismo y que cada año
mata a 1,5 millones de personas. Por su parte, los niveles altos de glucosa en
sangre se cobran otras 2,2 millones de vidas.
El documento de la OMS recoge datos de 11 revisiones
sistemáticas de estudios científicos sobre la efectividad de los impuestos y
otras medidas fiscales en este problema. Los resultados, dice la OMS, muestran
que los impuestos sobre alimentos altos en grasas, azúcares y sal parecen
“prometedores” y “hay indicios que muestran claramente que aumentar el precio
de esos productos reduce su consumo”. Los impuestos similares a los que ya se
usan con el tabaco “son probablemente los más efectivos”, resalta el brazo
sanitario de Naciones Unidas.
Los impuestos similares los del tabaco “son probablemente los más efectivos”
La OMS llama a seguir la estela de los países que ya imponen
estas tasas, como México. Las autoridades sanitarias del país sostienen que el
consumo de estos productos ya se ha reducido tras su introducción. Hungría ya
tiene un impuesto a los productos con alto nivel de azúcar, sal o cafeína y
Reino Unido impondrá un impuesto a los refrescos a partir de 2018.
La industria del azúcar, en general, y grandes productores
de refrescos como Coca-Cola, en particular, mantienen que los impuestos no
cambian el comportamiento de la gente y no reducen su consumo. En ese sentido
se manifiesta hoy la Asociación de Bebidas Refrescantes de España en un
comunicado "en el que considera que este tipo de impuestos serían injustos
y regresivos, porque se impondría a todos, obesos o no, y castigarían de forma
especial a la población con menos recursos".
El estudio publicado ayer desvelaba que Coca-Cola y Pepsi
Co, dos de los principales productores de bebidas azucaradas a nivel mundial,
han dedicado decenas de millones de dólares en pagos a organizaciones de salud
para intentar que no se impongan impuestos a sus productos. En España, la
Embajada de EE UU presionó a la Generalitat de Cataluña para evitar una tasa a
los refrescos.
Fuente: Diario El País - Ver más sobre Obesidad