La Organización Mundial de la Salud presentó el proyecto
"Más personas activas para un mundo más sano". Objetivos, números y
pormenores del ambicioso programa que busca reducir los niveles de inactividad
corporal alrededor del globo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un
80 por ciento de la población mundial no realiza la cantidad de actividad física
suficiente, encuadrada entre los valores recomendados. La problemática se
repite en los distintos niveles etarios y en prácticamente todos los países
desarrollados y en crecimiento.
Ante este contexto, el ente sanitario mundial presentó a
principios de este mes un plan de acción global para promover la actividad
corporal, con el que aspira a reducir en un 15% el sedentarismo en adultos y
adolescentes hasta 2030, con respecto a los últimos valores de referencia de
2016.
La iniciativa fue anunciada por el director general de la
OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante un acto en la Ciudad del Fútbol de
Oeiras, en la sede de la Federación Portuguesa de Fútbol, a las afueras de
Lisboa.
"Para mucha gente, la vida moderna supone mucho tiempo
de estar sentado, ya sea conduciendo al trabajo, estando todo el día en la
oficina o frente a la televisión por la noche. Tenemos que conseguir que el
mundo se mueva", afirmó el mandatario del organismo, quien estuvo junto al
Primer Ministro de Portugal, António Costa.
En el evento, Adhanom defendió que crear sociedades más
activas no es sólo responsabilidad del sector sanitario, sino que también
demanda un "compromiso político al más alto nivel" con acciones
coordinadas desde diversos ámbitos. El dirigente llamó así a rever las
políticas urbanas y medioambientales porque tienen un enorme potencial para
fomentar e incrementar los movimientos de la población.
El proyecto se elaboró a través de un proceso de consulta a
escala mundial. Incluyó la contribución de un comité directivo interno
multidisciplinario de la OMS, una reunión consultiva mundial y multisectorial
de expertos, seis encuestas regionales y ocho seminarios públicos en línea, más
sesiones informativas con organismos, misiones permanentes de las Naciones
Unidas y sondeos públicos en redes sociales.
En el proceso participaron 83 Estados Miembros y
asociaciones internacionales del deporte, la salud y el transporte, más
representantes políticos de ministerios de Educación, Deporte, Transporte y
Planificación.
Para la OMS, el ambicioso programa se trata de una necesidad
impuesta a partir de los alarmantes estudios que analizaron el comportamiento
de la población. Uno de ellos es el de la Universidad de Stanford, que agrupó,
por medio de una aplicación de celular que cuenta los pasos diario del dueño, los
datos de 717.000 personas de 111 países, durante 95 días. Los resultados (mapa
de apertura) pusieron en evidencia la poca movilidad.
En concreto, el plan "Más personas activas para un
mundo más sano" se compone de un conjunto de 20 medidas normativas que,
combinadas, tienen por objeto desarrollar entornos y oportunidades para que las
personas dediquen más tiempo a caminar o ir en bicicleta, practicar deporte o
un ocio creativo, bailar o jugar. Esta veintena de acciones políticas responden
a los siguientes cuatro objetivos estratégicos:
1. Crear una sociedad activa
El primer punto se orienta al conocimiento, la comprensión y
la apreciación de los beneficios de la actividad física regular. El organismo
aconseja realizar campañas informativas que expongan los réditos sociales,
económicos y medioambientales que genera.
Por otra parte, sugiere organizar actividades periódicas de
participación masiva en espacios públicos en las que participe toda la
comunidad, además de facilitar el acceso gratuito a experiencias sociales. A la
vez, recomienda fortalecer la formación de profesionales antes y durante el
servicio, tanto en el sector sanitario como en otros sectores como transporte,
planificación urbana, educación, turismo, deportes y preparación física.
2. Crear entornos activos
En este caso, la iniciativa impulsa al desarrollo de espacios
y lugares para la realización de actividad física, a través de medidas
políticas orientadas a mejorar las infraestructuras para peatones y ciclistas;
a mejorar la seguridad vial y la seguridad personal de transeúntes y personas
que utilizan otros medios rodados; y a acondicionar las instalaciones para
personas con discapacidad.
La meta es que "las políticas de planificación urbana y
del transporte prioricen los principios de uso compacto y mixto de la tierra, a
fin de crear vecindarios muy bien comunicados que permitan y fomenten los
desplazamientos a pie, en bicicleta y en otros medios rodados (entre ellos las
sillas de ruedas, patinetes y patines)", destaca el proyecto.
3. Crear personas activas
En el tercer objetivo se busca generar y promover el acceso
a oportunidades y programas. En primer lugar, reviendo la enseñanza de
educación física en las instituciones de educación primaria, secundaria y
terciaria, de modo que los alumnos posean al fin del curso conocimientos
básicos sobre el tema. Por otra parte, por medio de empleados sanitarios y
asistentes sociales debidamente capacitados asesorar a los pacientes sobre el
aumento de la actividad física y la reducción de comportamientos sedentarios.
Luego, crear programas de actividad física en los lugares de
trabajo y públicos, iniciativas destinadas para la población de las ciudades,
cuyas oportunidades estén al alcance de todos. Esto, especialmente enfocado a
los grupos menos activos: niñas, mujeres, personas mayores, comunidades rurales
e indígenas y poblaciones vulnerables o marginadas.
4. Crear sistemas activos
Por último, se impulsa a fortalecer los sistemas de
liderazgo y gobernanza en los niveles nacional y subnacional. ¿De qué manera?
"Mejorando los sistemas de datos con miras a apoyar el seguimiento y la
rendición de cuentas de la actividad física y el sedentarismo entre la
población; y reforzando la capacidad en materia de investigación y evaluación
con motivo de estimular la aplicación de tecnologías e innovaciones
digitales", resalta el programa.
La ejecución del plan se regirá por siete principios: un enfoque
basado en los derechos humanos; equidad durante todo el curso de la vida;
práctica basada en pruebas científicas; universalidad proporcional; coherencia
y salud en todas las políticas; implicación y empoderamiento; y alianzas
multisectoriales que incluyan medidas coordinadas orientadas al logro de los
objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Las autoridades competentes deberán presentar informes en
los que expondrán los progresos en la aplicación del proyecto ante las
asambleas de la salud pactadas para 2021 (con datos de 2020), 2026 y 2030, en
la cual mostrarán los resultados finales.
Consecuencias de la inactividad física en números
En la actualidad, uno de cada cinco adultos y cuatro de cada
cinco adolescentes (entre 11 y 17 años) en el mundo no realizan suficiente
actividad física. El sedentarismo es uno de los grandes males de la sociedad.
Según la OMS, a nivel global produce 5,3 millones de muertes al año, lo que la
convierte en el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad mundial.
Mantener una vida poco activa lleva al sobrepeso y la
obesidad, y acelera la aparición de enfermedades no transmisibles (ENT), como
las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes o los cánceres
de mama y colon. Estas enfermedades son responsables del 71% de los
fallecimientos en el globo y provocan cada año 15 millones de víctimas mortales
de entre 30 y 70 años, según datos del organismo.
Por otra parte, la escasez de movimiento desemboca además en
otra complicación colateral: la cuestión económica. En el ámbito mundial, se
calcula que la inactividad física tiene un costo de US$54.000 millones en
atención de salud directa, de los que el 57% corresponde al sector público y
US$14.000 millones adicionales son atribuibles a la baja productividad.
Con el proyecto se apunta a revertir todas estas
estadísticas negativas que se mantienen in crescendo desde hace varias décadas.
También en Argentina.
Existen distintas razones detrás de la problemática. Uno de
los grandes responsables es el ritmo de la vida moderna. El comportamiento
sedentario suele predominar en el tiempo de ocio y durante tareas laborales y
domésticas. Por su parte, el aumento del uso de los medios de transporte
"pasivos" también ha reducido la movilidad.
En la sociedad actual las personas se volvieron cada vez más
inactivas debido a las comodidades, como también por los oficios laborales que
surgieron a partir de los avances tecnológicos. "Mantenerse activo es
crucial para la salud. Sin embargo, en nuestro mundo moderno este es un reto
cada vez mayor porque nuestras ciudades y comunidades no están concebidas de
forma adecuada", finalizó Adhanom.
Fuente: Diario Infobae - Ver más sobre ODS