La malnutrición por exceso ya cuadruplica a la desnutrición, según un informe de la Secretaría de Salud en base de datos del programa Sumar.
El mundo pasó de una época en que la prevalencia de bajo
peso duplicaba a la de obesidad a tener, en la actualidad, más personas con
exceso de peso que con déficit nutricional. Y Argentina no escapa a esta tendencia.
Según un informe de la Secretaría de Salud de la Nación presentado ayer, la
malnutrición por exceso de peso es el problema más frecuente dentro de la
población infantil y adolescente que se atiende en el sistema público de salud.
Y ya cuadruplica a la desnutrición clásica (31,1% versus 8,1%).
El estudio, que contó con el apoyo de Unicef Argentina,
analizó los índices antropométricos (peso y talla) de unos 3 millones de niñas,
niños y adolescentes de O a 19 años que recibieron las prestaciones del programa
Sumar en 2016. Entre las conclusiones se destaca que la prevalencia de
sobrepeso y obesidad es del 31,1%; esto es, cinco puntos porcentuales más que
en 2014. Además, el exceso de peso crece a medida que aumenta la edad: entre
los menores de 2 años es del 25,2%, en los niños y niñas de 2 a 5 años es del
29,4% y a partir de los 6 y hasta los 19 años se ubica en 37%.
"Los datos provienen de registros administrativos, no
se trata de un estudio poblacional. Es importante porque aporta información
sobre la población más vulnerable que es la que atiende el programa Sumar. Del
análisis de los datos se observa un crecimiento de la malnutrición por exceso de
peso, mientras que la malnutrición por carencia se mantiene estable",
explicó durante la presentación del informe Ignacio Drake, coordinador de
programas de la Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de
Enfermedades Crónicas No Transmisibles.
Impacto. Los últimos datos de 2012 de la Encuesta Mundial de
Salud Escolar (EMSE) indicaban que el 22,8% de los adolescentes tenían
sobrepeso y el 5,9% obesidad. Ahora la Secretaría se encuentra desarrollando la
Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) y la tercera EMSE.
“Es muy importante poder contar con datos actualizados para
poder generar políticas públicas. Este informa muestra que la población que se
atiende en el sector público, que es la más vulnerable, casi un 50% ya sea por
exceso o por falta tiene problemas de malnutrición”, le dijo a PERFIL Fernando
Zingman, especialista en Salud de Unicef Argentina. “Es muy importante la
tendencia creciente de la obesidad y eso tiene impacto actual sobre los chicos
y sus cuerpos, sobre su desempeño escolar, sobre problemas de salud. Y a futuro
en su adultez sobre la incidencia de cáncer, de enfermedades cardiovasculares,
en la inserción laboral; todo se ve afectado muy fuertemente por las
enfermedades no transmisibles, de las cuales la obesidad es como la madre de
las tormentas”, agregó.
El informe señala que las provincias de la Patagonia
registraron los valores más altos de exceso de peso en menores de 2 años:
Tierra del Fuego 33,2%; Chubut 33,15%, Río Negro 31,3% y CABA 29,6%. En tanto
que los menores valores están en Formosa con el 16,3%; Salta 23,3% y Mendoza
23,3%. Si se considera el sexo, obesidad y sobrepeso es apenas superior entre
los varones (33,2%) que entre las mujeres (31,6%), y esta diferencia varía a lo
largo de las jurisdicciones.
Para dar respuesta a esta problemática, desde la Secretaría
de gobierno de Salud se trabaja junto con otros ministerios y áreas de gobierno
(Desarrollo Social, Educación, Agroindustria, entre otras) en el Plan Nacional
de Prevención del Sobrepeso y la Obesidad en Niños, Niñas y Adolescentes, que
será lanzando en 2019.
El plan tendrá cinco objetivos: fortalecer la educación
alimentaria y nutricional, desarrollar campañas de alto impacto para instalar
el tema en la agenda pública y movilizar actores; garantizar una buena calidad
nutricional en componentes alimentarios que se dirigen a la población
vulnerable, avanzar en políticas regulatorias como el etiquetado frontal de
alimentos y, por último, la promoción de alimentos frescos y naturales.
Más políticas públicas
El problema del sobrepeso y la obesidad avanza entre la
población de menores recursos, que no tienen acceso a alimentos de buena
calidad nutricional y actividad física recreativa. En este sentido, un análisis
realizado por Unicef demostró que los adolescentes de menor nivel educativo
tenían indices de sobrepeso y obesidad de un 31% mayor respecto de los
adolescentes de mayor nivel educativo.
Para Zingman, es fundamental poner en marcha políticas públicas
para combatir la epidemia de obesidad. "Lo inevitable e indudable es la
regulación del etiquetado de los alimentos. Las familias tiene que tener mejor
información. Hay una sobreabundancia de alimentos ultraprocesados, hay una
sobreabundancia de azúcares. La Argentina todavía no comunica cuánta azúcar hay
en los alimentos y cuando se comunica son etiquetas muy difíciles de entender.
Es necesario tener un sistema frontal de advertencias en las etiquetas que diga
si ese alimento que compro es o no saludable", opinó.
Otras estrategias apuntan a fomentar la producción y el
acceso a alimentos saludables (como frutas y verduras), proteger los entornos
escolares, promover la lactancia materna y regular la publicidad de alimentos
dirigida a los chicos.
Fuente: Diario Perfil - Ver más sobre Obesidad