Mirá los consejos de los profesionales para evitar que el
calor los afecte.
El verano es una época del año esperada por muchos, sin
embargo, también constituye un período para cuidar particularmente a los
adultos mayores, quienes junto a los niños, constituyen los grupos más
propensos a sufrir un golpe de calor. Veamos porqué.
En la tercera edad disminuye la percepción del calor y de la
sed, dos situaciones que en su conjunto incrementan el riesgo de
deshidratación. A su vez, aquellos pacientes funcionalmente dependientes y/o
con enfermedades crónicas son más sensibles y por ende, tienen aún mayor
predisposición a deshidratarse.
En este sentido, saber identificar un cuadro de
deshidratación es vital, ya que si no se tratan adecuadamente es posible que
produzcan complicaciones en el riñón, el cerebro o el corazón.
¿Cuándo se produce un golpe de calor?
Cuando la temperatura del cuerpo aumenta a punto tal que se
superan los mecanismos de regulación térmica de los que dispone nuestro
organismo. Frente a este proceso, el cuerpo ya no puede responder a las altas
temperaturas por sí mismo, lo que deriva en repercusiones tan graves que
podrían generar fallas en diversos órganos.
Los síntomas más frecuentes del golpe de calor son:
- Dolor de cabeza
- Sensación de boca seca y pastosa
- Náuseas
- Vómitos
- Mareos
- Escalofríos
- Piel seca y enrojecida
- Calambres musculares en brazos, piernas o vientre
- Desorientación
- Pérdida de conciencia o confusión
- No sudoración ante las altas temperaturas.
Qué hacer
Cuando la temperatura exterior es muy alta es muy importante
reponer la pérdida de líquidos de forma adecuada. Si esto no se hace
correctamente pueden ocurrir distintas complicaciones, entre ellas, la tensión
arterial desciende y aparece una sensación de debilidad e incluso calambres
musculares. A su vez, en caso de que esta situación no se corrija a tiempo y
progrese, se pierde la capacidad de sudoración y la piel presenta un aspecto
seco y enrojecido, la temperatura corporal asciende progresivamente hasta
cifras que superan los 40 grados y, si este proceso continúa, se llega a una
situación de shock en la que sucede un fallo orgánico.
Debido a la complejidad de los adultos mayores, puede
ocurrir que un golpe de calor sea confundido con una situación de fiebre por
una condición infecciosa, o bien que un cuadro confusional sea interpretado
como parte del proceso de demencia en los pacientes con deterioro cognitivo.
Consejos para prevenir los golpes de calor
Estas son las recomendaciones que armó The Senior Home,
centro de vida asistido para personas de la tercera edad, para prevenir y
evitar situaciones de mayor complejidad en los días de intenso calor:
· Tomar mucho líquido (al menos 2 litros por día). La falta
de sed es engañosa, por lo que se debe consumir agua, infusiones y jugos de
frutas aunque no se tenga la sensación de sed; y evitar asimismo el consumo de
bebidas alcohólicas y café.
· Realizar comidas ligeras, evitando así las digestiones
pesadas. Consumir frutas y verduras al menos tres veces al día.
· Evitar la exposición al sol cuando las temperaturas son
elevadas, sobre todo en las horas de mayor intensidad (12-16 horas) y con una
humedad relativa alta (mayor del 60 por ciento).
· No realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo
y la sudoración en momentos de mayor calor.
· Mantener la casa fresca y ventilada.
· No permanecer en vehículos estacionados o cerrados.
· Evitar llevar ropa ajustada y elegir tejidos ligeros, como
el algodón, preferentemente de colores claros.
· Es recomendable, además, el uso de sombreros o gorras que
protejan nuestra cabeza del sol.
Fuente: Diario Clarín - Ver más Recomendaciones en Verano