martes, 9 de abril de 2019

Nueva advertencia de la ANMAT sobre los peligros del cigarrillo electrónico

A partir del caso del hijo de Roberto Pettinato, que sufrió quemaduras por la explosión de uno de estos aparatos, la agencia reguladora recordó que desde 2011 están prohibidos para su comercialización y uso en el país, ya que no son seguros y su humo no es inocuo. La OMS respalda esta postura, ya que el humo que se desprende contiene nicotina y otros productos químicos.

Resultado de imagen para cigarrillo electronicoFelipe Pettinato, el hijo del conductor televisivo Roberto Pettinato, sufrió quemaduras luego que un cigarrillo electrónico le explotara. El incidente se viralizó por redes sociales, y luego de pasar unas horas internado, fue dado de alta. El hecho sirvió para que se vuelva a discutir sobre la seguridad de este aparato, que hace furor en el país, pero que las autoridades sanitarias recuerdan que el producto nacido en China para combatir el tabaquismo está prohibido para su venta y uso. Así lo establece una disposición de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) de 2011. Sin embargo, el cigarrillo se sigue siendo utilizado en el país, se vende en el mercado negro y por Internet. Ante este nuevo incidente, la agencia reguladora volvió a recordar los peligros del uso de estos aparatos, en algunos casos tan nocivos como el tabaco.

La ANMAT difundió su último informe donde alertó sobre los peligros del cigarrillo electrónico, un trabajo elaborado en 2011 y actualizado en 2016. En este texto, se explica que “el cigarrillo electrónico se asemeja al tradicional en su fisonomía aunque funciona mecánicamente y con distintas sustancias. Está constituido por 3 elementos: una batería, un atomizador y un cartucho”. Según trascendió, lo que provocó las quemaduras a Pettinato fue la explosión de una de las baterías, un hecho que ya se registró en otros casos. “El vapor que liberan estos dispositivos no es inocuo porque contiene nicotina y otros químicos tóxicos y cancerígenos”, afirman el trabajo de la ANMAT. . De este modo, su reemplazo por el cigarrillo industrial no es seguro dado que “acarrea riesgos similares para la salud”.

En diciembre de 2016, a través de una Evaluación de Tecnología Sanitaria, la ANMAT decidió reiterar la prohibición para importar, distribuir y comercializar cigarrillos electrónicos y sus accesorios –lo que incluye su publicidad, promoción y patrocinio-. Esta medida ya había sido tomada por el organismo en mayo de 2011 por medio de la Disposición 3226/11. La decisión fue ratificada en virtud de que las pruebas existentes son insuficientes para afirmar que estos dispositivos ayudan a dejar el hábito de fumar. Además, se ha establecido que sus efectos adversos a corto plazo son frecuentes y moderados, pero pueden llegar a ser graves por intoxicación aguda y por daño potencialmente severo a causa de la explosión de la batería. Por otra parte, el color atractivo y sabor de los líquidos del cartucho, son una nueva fuente de intoxicación inadvertida en niños que toman contacto con ellos (ver archivo adjunto).

El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el valor que liberan los cigarrillos electrónicos “no es tan inocuo como sugiere, a pesar de que los fabricantes aseguran que son menos perjudiciales que los tradicionales”. “Las consecuencias negativas se deben a que dichos dispositivos contienen nicotina, propilenglicol, formaldehido, entre otros químicos tóxicos y cancerígenos”, agrega la entidad internacional. No obstante, todavía no hay evidencia suficiente sobre los efectos adversos que “puedan tener a largo plazo, pero es probable que los efectos sean los mismos asociados con el consumo de un cigarrillo común”.

“Dado que los cigarrillos electrónicos llevan relativamente poco tiempo en el mercado, aún no hay pruebas que demuestren sus reales efectos a mediano y largo plazo. Si bien lo que propone, entre otras cosas, es que el fumador reemplace el tabaco para incorporar menos nicotina en su cuerpo, es muy difícil determinar qué cantidad de nicotina exactamente consumirá. Esta incertidumbre obliga a seguir muy de cerca y periódicamente las consecuencias de su uso en las personas”, insistió la ANMAT. Por lo dicho, la agencia asegura que “se puede concluir que este tipo de cigarrillo no debe ser considerado inofensivo ni tampoco una alternativa para quienes deciden emprender el camino hacia la cesación o reducción tabáquica”. “Como toda sustancia o dispositivo empleado por el ser humano y aún no aprobado por falta de evidencias sobre su efectividad y seguridad, constituye una herramienta peligrosa y por fuera del tratamiento médico utilizado hasta el momento para dejar de fumar”, concluyó la ANMAT.


Fuente: Mirada Profesional - Ver más sobre Tabaquismo