La Asociación Civil Bios llevó adelante la investigación e
informó que "del universo analizado, el 70 por ciento tenía glifosato y el
70 AMPA.
El 90 por ciento de las personas que participaron en un
estudio realizado en el partido bonaerense de General Pueyrredón, tanto
habitantes de zonas urbanas como rurales, tenía glifosato o su metabolito en la
orina, informó la Asociación Civil Bios que llevó adelante la investigación.
"Hicimos una prueba con muestras de orina de personas
que viven en ámbitos urbanos y otras que se encuentran en zonas rurales,
pensando que íbamos a encontrar diferentes resultados y no fue así: ambas
poblaciones tenían glifosato o su metabolito, es decir, lo que se genera en el
cuerpo cuando el glifosato se metaboliza", detalló Silvana Bujan,
referente de Bios.
La activista ambiental informó que "del universo
analizado, el 70 por ciento tenía glifosato y el 70 AMPA, el metabolito del
glisofato; muchos tenían ambas sustancias y sólo una persona no tenía
ninguna".
"Este resultado fue una revelación para nosotros,
comenzamos a investigar y lo que encontramos es que la mayoría de nuestros
alimentos industrializados contienen algo con soja, ya sea lecitina, harina o
proteína. Por otra parte, el agua y los suelos, aunque no sean rociados con
glifosato, lo reciben por la lluvia", describió.
Buján citó como antecedente un estudio realizado por el
Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA) de la Universidad de La
Plata en el que se demostró que los agrotóxicos "también evaporan y caen,
luego, con las lluvias".
"El objetivo de aquel trabajo consistió en estudiar los
niveles en aguas de lluvia desde octubre de 2012 y abril de 2014 en núcleos
poblacionales urbanos y periurbanos de la Región Pampeana, que comprende zonas
de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos", detalló.
Y añadió: "El glifosato fue el herbicida más detectado,
con 90 por ciento de resultados positivos".
"Otro antecedente a nuestra investigación fue la que
realizó la organización española Amigos de la Tierra en junio de 2013, en el
que el análisis de la orina en laboratorio arrojó que el 45 por ciento de la
población analizada tenía glifosato", describió.
Lo particular también de este estudio fue que toda las
personas que participaron de la muestra vivían en ciudades y ninguna había
tenido contacto directo con el agrotóxico.
En marzo último, la Organización Mundial de la Salud
calificó al glifosato como una sustancia "probablemente cancerígena"
en función al análisis de investigaciones de todo el mundo que comprueban el
vínculo entre el agrotóxico y la enfermedad.
Pese a su impacto ambientales y sobre la salud humana, el
glifosato es el herbicida más vendido en todo el mundo.
El relevamiento en orina humana, que denominaron "Fuera
del Tarro", es el tercero que BIOS realiza: primero hicieron un análisis
del agua y suelo y después una campaña que llamaron "Mala Sangre", en
2013, en la que buscaron la presencia de agrotóxicos en sangre.
"Lo que demostramos con esa investigación fue que los
agrotóxicos no 'desaparecen' luego de aplicados. Algunos degradan en
metabolitos que persisten en el cuerpo humano, por ejemplo, el DDT no se usa
hace años, y sin embargo tenemos DDD -su metabolito- en nuestra sangre",
describió.
Bujan recordó que "en aquella campaña encontramos
también 'endosulfan', éste es un agrotóxico prohibido del que a lo sumo
podríamos haber encontrado el sulfato que es cómo el organismo lo metaboliza, esto
quiere decir que persiste un mercado negro que sigue vendiendo la
sustancia".
La referente de BIOS aseguró que "cuando uno realiza un
análisis busca una sustancia, lo mismo cuando los organismos permiten ciertas
dosis de agroquímicos, pero esas proyecciones se realizan pensando qué nivel de
una sustancia puede tolerar un cuerpo sano".
"Ahora bien -continuó- el problema es que nuestro
cuerpo recibe cientos de sustancias, en distintos niveles, y moléculas que
solas eran relativamente inocuas, combinadas pueden resultar tóxicas".
La mujer sostuvo que "es increíble que el mundo siga
sosteniendo este modelo de producción tanto de alimentos como de comida".
"Se dice muchas veces que sin los agrotóxicos no se
podría sostener la producción de alimentos y esto es falso, la mayor parte de
lo que se produce de soja, por ejemplo, no es destinado al consumo humano. No
es increíble querer cambiar este modelo, lo increíble es aceptarlo como
está", concluyó.
Bios es una organización sin fines de lucro conformada por
personas de diferentes profesiones que desde 1990 trabajan en la protección del
medio ambiente y de la vida.
Sus acciones han sido y son numerosas y van desde realizar
investigaciones de campo y difundir información hasta la promoción de leyes que
mejoren el hábitat y el litigio ante la justicia cuando se producen delitos
ambientales.
Fuente: La Capital MDP - Ver más sobre Contaminación