Proyecto aprobado por los socialdemócratas y democristianos lusos. Las mujeres tendrán que pagar una tasa para interrumpir el embarazo.
"Por el derecho a nacer" es el proyecto aprobado
en el Parlamento luso con los votos a favor de los dos partidos conservadores
que forman el gobierno y los votos en contra del resto de partidos de la
izquierda. Socialdemócratas y democristianos han introducido alteraciones a la
ley de la interrupción del embarazo que los movimientos de defensa de los
derechos de las mujeres consideran inaceptables.
Por un lado, a partir de ahora, las mujeres portuguesas que
quieran interrumpir su embarazo en la sanidad pública tendrán que pagar una
tasa, algo que hasta ahora no tenían que hacer porque se consideraba un acto
médico materno-infantil y por tanto exento de pago. En Portugal se pagan las
consultas médicas en centros de salud y hospitales, así como la urgencias y los
análisis. Ahora, también se pagarán los abortos.
Y además, para que una mujer pueda interrumpir su embarazo,
previamente tendrá que asistir a una consulta de acompañamiento psicológico y
social, donde según el proyecto conservador se le dará "información clara,
verbal y escrita, de los apoyos sociales existentes, incluidos las ayudas de
maternidad a las que tienen derecho si siguen adelante con la maternidad".
Por otro lado, también tendrá que existir un "consentimiento
informado" por parte del otro progenitor, a quien "se le preguntará
sobre su capacidad de cumplimiento de sus deberes de paternidad".
Los movimientos de defensa de los derechos de la mujer
critican estas alteraciones porque entienden que en la práctica atrasarán el
proceso de toma de decisión, lo que podría hacer con que algunas mujeres se
salgan del plazo permitido, 10 semanas de gestación para poder abortar de forma
libre. Antes de hacerlo, el gobierno de Passos Coelho quiere que las gestantes
tengan una consulta con un psicólogo. Y entre los médicos que atenderán a las
mujeres embarazadas podrán estar ahora los objetores de conciencia, es decir,
los médicos que se oponen a la práctica del aborto que hasta ahora no
participaban en este proceso.
"Quieren transformar el proceso de consulta normal con
un clínico en un proceso para convencer a la mujer de que no aborte", se
queja Ana Cansado, responsable de la Unión de Mujeres Alternativa y Respuesta
(UMAR), que se manifestó a las puertas del Parlamento. Las alteraciones fueron
votadas durante la última sesión parlamentaria antes de las vacaciones de
verano y además del polémico debate contó con la irrupción de un grupo de
manifestantes. "Lo primero que haremos cuando cambie el gobierno será
pedir que se retiren estas alteraciones", afirmó Cansado.
Fuente: Diario El Mundo - Ver más sobre Legislación Sanitaria