Los nuevos tratamientos que curan la hepatitis C son muy
eficaces, pero también muy costosos.
A pesar de no disponer de estudios epidemiológicos
confiables, es probable que la Argentina sea un país con una prevalencia
moderada de hepatitis C (HVC), lo que significa que alrededor del 2 % de la
población esté afectada por el virus. Por otra parte, y de igual forma a lo que
ocurre en el resto del mundo, solo un porcentaje relativamente pequeño se
encuentra diagnosticado. Esto último, pone de manifiesto la necesidad de
realizar campañas activas para buscar la población afectada y no diagnosticada.
Todo esto evaluado en forma conjunta pone de relieve el enorme impacto que
tiene la HVC desde el punto de vista sanitario.
En los últimos años, la introducción de nuevos tratamientos
ha cambiado en forma radical el escenario de la hepatitis C. La alta tasa de
eficacia, superior al 90 % de los casos y el alto perfil de seguridad van a
permitir afrontar, en un futuro no muy lejano, la erradicación de esta
enfermedad. Ahora, y como dice nuestro título, el desafío ya no es la cura sino
la accesibilidad a los tratamientos. Desde comienzos de este año, las
sociedades científicas, las organizaciones de pacientes y el Estado se han comprometido
en primer lugar a tratar a todos aquellos pacientes que presentaban una
enfermedad más avanzada, puesta de manifiesto por el grado de fibrosis
hepática. Sin embargo, debemos tener en cuenta, y como mencionamos
anteriormente, que este número de pacientes es extremadamente pequeño en
relación a toda la población con HVC.
A pesar del gran suceso terapéutico de estos nuevos agentes
antivirales, el elevado costo de los mismos ha estallado en el centro de este
debate. Sin lugar a dudas, y como ocurre en nuestro país, debería ser un tema
de seria controversia que el precio de estos medicamentos sea similar al de USA
y la Unión Europea, todas ellas economías con un producto bruto interno
superior al de Argentina. Es por ello, que la solución de este problema debe
ser una prioridad de nuestro Estado y debe ser acompañado de una negociación
con la industria farmacéutica. La solución definitiva de este grave problema
recién comienza, por lo tanto estamos a tiempo para generar alguna estrategia
dirigida a mejorar la accesibilidad. Una de ellas, es ofrecer que los
diferentes subsectores de nuestro sistema de salud compren en forma conjunta
los nuevos agentes antivirales y, de esta forma, negociar precios más
competitivos. Esta modalidad podría ser inclusive, aplicada en el marco del
Mercosur.
Fuente: Diario Clarín - Ver más sobre Hepatitis