El Tribunal Constitucional (TC) no ha
admitido el recurso de amparo presentado por la Asociación de Víctimas de la
Talidomida (Avite) contra la sentencia del Supremo que les negó la
indemnización que reclamaban a la farmacéutica alemana Grünenthal.
Según ha
informado el vicepresidente de la Asociación de Víctimas de la Talidomida
(Avite), Rafael Basterrechea, la decisión del TC fue comunicada a última hora
del miércoles a la asociación que no descarta la posibilidad de acudir al
Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
"Esto es el final de la
Talidomida en España", ha lamentado Basterrechea, que ha denunciado que
España es "el único país del mundo en el que el culpable demostrado sale
libre de todo mal y toda causa". Y añade: "La justicia española
libera de toda responsabilidad a la empresa que asesinó y mutiló a 3.000
españoles. La farmacéutica no sólo se ha librado de indemnizar a los que ya han
muerto, sino además a los mutilados".
El Supremo rechazó en septiembre de
2015 el recurso de las víctimas y les negó la indemnización que pidieron al
laboratorio, que comercializó un medicamento para embarazadas que causó
malformaciones a miles de niños en la década de los 50 y 60, al entender que la
acción de los afectados había prescrito.
El recurso de amparo que han presentado
ante el TC se basa en que esta sentencia utilizó unos informes para comprobar
la relación entre el daño y el medicamento fechados "de manera
errónea" en 2008, cuando son de 2010, por lo que no estaría prescrito.
En
ese sentido, las víctimas mantenían la esperanza. "Tú tienes que pensar
que las instituciones que financias están para defenderte, luego la realidad te
demuestra que los señores juristas, que viven muy bien y se van a jugar a los
campos de golf, hacen lo que quieren y defienden a quien defienden, al fin y al
cabo, esos campos de golf los pagan las farmacéuticas, no los pagamos
nosotros", señala Basterrechea.
El vicepresidente de Avite explica que
mañana se reunirán con su abogado y valorarán la decisión y sus opciones.
"Llevamos ya 14 años peleando y todo han sido puertas cerradas, estamos
cansados, vamos teniendo 60 años y con nuestra discapacidad esto supone un
enorme desgaste. El cuerpo nos pide luchar hasta las últimas consecuencias, pero
hay que enfrentarse a la dura realidad, y acudir a Estrasburgo implica otros
cuatro, cinco o seis años de proceso y un importante coste económico, tenemos
que estudiar su viabilidad".
Basterrechea asegura que la lucha no ha sido
sólo contra la farmacéutica, sino "contra un Estado inmovilista y
sinvergüenza". "Lo que más me duele es que los médicos seguirán
recetando los medicamentos de Grünenthal y yendo a sus congresos, y la gente
los seguirá comprando. Y aquí no habrá pasado nada", remata el
vicepresidente de Avite.
Fuente: Diario El Mundo