“Es hora de diagnosticar, tratar y curar", dice la
Organización Mundial de la Salud en el Día Mundial de la Hepatitis 2018, que
pide aumentar urgentemente las pruebas de hepatitis y servicios de tratamiento
para eliminar la hepatitis viral en el mundo.
La campaña del Día Mundial de la Hepatitis 2018, que se
celebra este 28 de julio, busca eliminar la hepatitis viral de tipo B y C que
afecta a 325 millones de personas en todo el mundo. Si no son tratadas, estas
infecciones provocan cáncer de hígado y cirrosis, que en conjunto causaron más
de 1,3 millones de muertes solo en 2015.
Uno de los grandes problemas a nivel mundial reside en el
hecho de que millones de personas que están infectadas lo desconocen y no
reciben tratamiento. Se calcula que un 10% de las personas que tienen algún
tipo de hepatitis no lo saben.
“Tenemos una visión clara para la eliminación, y tenemos las
herramientas para hacerlo. Pero debemos acelerar los esfuerzos con los que
lograr nuestro objetivo de eliminar la hepatitis para 2030”, dijo el Director
General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom
Ghebreyesus con ocasión del Día Mundial.
En todo el mundo, menos del 20 por ciento de las personas
tenía acceso a servicios de pruebas y tratamiento para las infecciones de
hepatitis B y C a finales de 2016.
Sobre las Hepatitis
La hepatitis es una inflamación del hígado comúnmente
causada por una infección viral por uno de los cinco virus principales de la
hepatitis (tipos A, B, C, D y E).
Puede provocar infecciones agudas y evolucionar hacia una
enfermedad hepática crónica, cirrosis, cáncer o incluso la muerte. Las
infecciones de hepatitis B y C se transmiten a través de sangre contaminada,
así como a través de agujas y jeringas contaminadas usadas entre personas que se
inyectan drogas.
Los virus también pueden transmitirse a través de relaciones
sexuales sin protección y de una madre infectada a su hijo recién nacido.
Tenemos una visión clara para la eliminación, y tenemos las herramientas para hacerlo. Pero debemos acelerar los esfuerzos con los que lograr nuestro objetivo de eliminar la hepatitis para 2030.
Además, las hepatitis B y C son infecciones crónicas que
pueden permanecer asintomáticas durante largos períodos de tiempo, a menudo
durante años.
La buena noticia es que las pruebas realizadas tempranamente
y el tratamiento previenen las complicaciones de la hepatitis C.
Gracias a los avances en el tratamiento, los nuevos
medicamentos pueden curar la hepatitis C en solo tres meses o menos.
La guía actualizada de la OMS exige que todos los adultos y
niños mayores de 12 años que viven con hepatitis C sean tratados con estos
nuevos medicamentos.
Situación en las Américas
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud,
sucursal de la OMS en la región, en las Américas, 3,9 millones de personas
viven con hepatitis B crónica y 7,2 millones con hepatitis C crónica, lo que
ocasiona más de 125.000 defunciones anuales.
El cáncer de hígado es la cuarta causa principal de muerte
por cáncer entre los hombres y la séptima entre las mujeres del hemisferio
occidental, lo que representa un importante problema de salud pública.
"Mientras que algunos países han logrado grandes avances
para enfrentar los riesgos para la salud pública que plantean las hepatitis,
muchos siguen rezagados", comenta Marcos Espinal, director del
Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la
Salud de la OPS.
"Sabemos que tratar la hepatitis C puede reducir 75% el
riesgo de desarrollar cáncer de hígado, pero solo el 14% de las personas con
hepatitis C en América Latina y el Caribe han sido diagnosticadas y menos del
1% recibe el tratamiento que necesitan", detalló.
Durante 2015 y 2016, los ministros de Salud de todas las
Américas acordaron una serie de acciones para reducir la carga de las hepatitis
y eliminarlas como problema de salud pública para 2030.
Mientras que algunos países han logrado grandes avances para enfrentar los riesgos para la salud pública que plantean las hepatitis, muchos siguen rezagados.
Desde entonces, los esfuerzos para garantizar la vacunación
contra la hepatitis B han continuado, y todos los países de América Latina y el
Caribe vacunan a los niños menores de 1 año, 22 de los cuales lo hacen dentro
de las primeras 24 horas después del nacimiento, como lo recomienda la OMS.
Sin embargo, cuando se trata del tratamiento de las personas
que viven con la hepatitis C crónica, queda mucho por hacer.
Los nuevos avances muestran que más del 95% de los
infectados podrían curarse. Sin embargo, en toda la región de las Américas, la
gran mayoría de las personas que viven con hepatitis C no tienen acceso
asequible a estos medicamentos altamente efectivos. Por ejemplo, el tratamiento
con los antivirales de acción directa (DAA) puede curar la hepatitis C en tres
meses o menos tiempo.
Algunos países de la región han accedido a este tratamiento
de menor precio para la hepatitis C a través del Fondo Estratégico de la OPS,
un mecanismo que les permite agrupar recursos para tener acceso a medicamentos
asequibles, estratégicos y de calidad garantizada.
"Es vital que otros países de la región aprovechen al
máximo esta iniciativa, al tiempo que desarrollan planes de diagnóstico,
tratamiento y eliminación para reducir la alta carga de los costos sanitarios
asociados con el diagnóstico tardío, el cáncer de hígado y la cirrosis, y lo
más importante, para salvar vidas", dijo Espinal.
"Sabemos que los esfuerzos de los gobiernos para
aumentar la disponibilidad de los tratamientos tienen un gran impacto en la
reducción del número de personas que padecen hepatitis crónica y enfermedad
hepática relacionada", agregó Espinal.
En Brasil, por ejemplo, en 2017 el Ministerio de Salud estableció
el objetivo de eliminar la hepatitis C, y los antivirales de acción directa se
han puesto a disposición a través del sistema nacional de salud.
Brote en Mongolia
Para conmemorar el Día Mundial de la Hepatitis 2018, la OMS
está celebrando varios actos con el Gobierno de Mongolia, un país que afectado
por la hepatitis, pero también un líder a nivel mundial en la lucha contra la
enfermedad.
Más del 10 por ciento de los tres millones de habitantes de
Mongolia viven con una infección crónica de hepatitis. El país comenzó su
Programa Nacional de Hígado Sano en 2017, con objetivos ambiciosos para 2020.
“En el primer año del programa nacional, que se centró en el
grupo de edad de 40 a 65 años, pudimos llegar a más de 350.000 personas con
pruebas de hepatitis”, explicó Davaajantsan Sarangerel, ministra de Salud de
Mongolia.
“Más del 70 por ciento de las personas diagnosticadas con
hepatitis recibieron tratamiento de salvamento”. El país tiene como objetivo
proporcionar detección de hepatitis B y C a 1,8 millones de personas mayores de
15 años.
El progreso de Mongolia en la lucha contra la hepatitis está
liderado por el compromiso político y una ambiciosa agenda de cobertura
universal de la salud.
El país es el primer país de ingresos medianos bajos de Asia
y el Pacífico que se compromete con la eliminación de la hepatitis, al
garantizar el acceso universal y la cobertura del seguro de salud para las
pruebas y el tratamiento de la hepatitis para toda su población.
La Región del Pacífico Occidental tiene la mayor cantidad de
personas que viven con infecciones de hepatitis crónica entre las seis regiones
de la Organización Mundial de la Salud.
A finales de 2015, se estima que 14 millones de personas
vivían con infección crónica por hepatitis C y 115 millones con infección
crónica por hepatitis B. Todos los días, 1200 personas en la región mueren
porque no pueden acceder a un tratamiento efectivo contra la hepatitis.
“Es alentador ver que uno de los países más afectados de
nuestra región demuestra ese liderazgo”, dijo el doctor Shin Young-soo,
director regional de la OMS para el Pacífico Occidental. “A medida que
trabajamos el objetivo de eliminar la hepatitis, Mongolia es un gran ejemplo
para otros países de la región”.
Nuevas directrices
Para alcanzar el objetivo y acelerar el progreso mundial, la
Organización Mundial de la Salud también está lanzando nuevas directrices sobre
el tratamiento de la hepatitis C. Las directrices permiten simplificaciones
importantes en la administración de la terapia curativa a los 70 millones de
personas que viven con hepatitis C crónica en el mundo.
“Eliminar la hepatitis requerirá innovación continua,
mejores medicamentos y mejores servicios de salud”, dijo el doctor Gottfried
Hirnschall, director de VIH y Hepatitis de la OMS. “Nuestras nuevas
recomendaciones deberían allanar el camino para que todas las personas con
hepatitis C accedan a pruebas y tratamientos curativos ahora”.
Eliminar la hepatitis requerirá innovación continua, mejores medicamentos y mejores servicios de salud.
La OMS comparte las experiencias de países como Mongolia
para promover un compromiso político sostenido y asociaciones amplias en muchos
otros países.
Para lograr un mundo en el que la transmisión se detenga y
todas las personas que viven con hepatitis viral tengan acceso a una atención y
un tratamiento seguros, asequibles y efectivos, es necesario revitalizar la
acción y las inversiones.
Fuente: ONU Noticias - Ver más sobre Hepatitis