Cardiólogos del Hospital Universitario de Pediatría de
Zúrich (Suiza) implantaron a un bebé de tan solo 24 días de vida un nuevo tipo
de stent que dispone de un “potencial de crecimiento” que lo puede acompañar
hasta la edad adulta.
Según un comunicado del hospital, ésta es la primera vez que
se implanta un “Begrow-Stent” a un paciente. La operación tuvo lugar a finales
de mayo y desde entonces la niña se ha recuperado muy bien, indicó el centro de
salud.
La recién nacida sufría una malformación cardíaca grave
debido a que su arteria pulmonar, que une el corazón con los pulmones, era muy
estrecha por lo que sus pulmones no recibían suficiente sangre.
Gracias a este soporte vascular, el equipo médico consiguió
mantener la arteria abierta permanentemente.
El stent que se le instaló se adaptará al crecimiento de la
niña e incluso irá creciendo con el vaso hasta la edad adulta.
Actualmente la prótesis intravascular mide 6 milímetros de
diámetro pero puede dilatarse hasta los 11,5 milímetros, el tamaño
correspondiente a la edad de entre 8 y 10 años.
A partir de este punto, el stent se abre de forma controlada
por puntos determinados y acompaña el crecimiento de la arteria, tal y como se
demostró en pruebas hechas recientemente con cerdos.
Una prótesis cardíaca convencional, la más utilizada en
estos casos, tiene un uso limitado para neonatos y niños porque debe ser
eliminada posteriormente con una intervención muy delicada.
Esta operación forma parte de un estudio clínico en el que
se implantará un stent como éste a 18 bebés de Suiza, Alemania y Austria, que
recibirán un seguimiento durante varios años para garantizar su seguridad y
buen funcionamiento.
Según el jefe de cardiología del hospital y director del
estudio, Oliver Kretschmar, “este producto puede llenar un vacío, ya que los
stents actuales no son adecuados para niños y, particularmente, para bebés”.
“El beneficio del Begrow es que el stent puede permanecer en
el paciente el resto de su vida”, explicó Kretschmar. “Incluso si agregamos
otro stent de tamaño adulto, es seguro que no tendremos que extirpar
quirúrgicamente el Begrow, como hacemos con otras soluciones actuales, que
conllevan un riesgo de daño vascular”, dijo.
La investigación sobre los Begrow comenzó en 2012, y fue
conceptualizada y diseñada por la cofundadora de la firma Bentley, Miko
Obradovic. El desarrollo técnico se completó en 2017 y el ensayo clínico
comenzó ese año, en el Hospital Universitario de Pediatría Kinderspital de
Zurich.
Fuente: Clarín - Ver más sobre Innovaciones en Salud