En la provincia de Buenos Aires, el 24% de las
jóvenes de entre 15 y 29 años que no usan métodos anticonceptivos los evitan
porque su pareja no quiere. Es el principal motivo que argumentan cuando explican
por qué no se cuidan, casi en igual proporción a la intención de buscar un
hijo.
El dato surge de la Encuesta Provincial de Juventud,
realizada entre 2766 chicos para conocer sus hábitos. Proyectados los
resultados, significa que al menos unas 180.000 chicas se someten cada año a
complacer a sus compañeros bajo riesgo de embarazos no deseados o de contraer
enfermedades de transmisión sexual.
"Es, sin duda, otra forma de violencia de género",
afirmó, categórico, Santiago López Medrano, ministro de Desarrollo Social
bonaerense.
La situación suma otro factor de alarma a un panorama ya
preocupante en la provincia, donde el 70% de los embarazos adolescentes no son
deseados. Unas 21.000 de las 30.000 chicas que dan a luz cada año en este
territorio no planifican ser madres antes de los 19 años.
Los principales resultados
"Entre los adolescentes es donde tenemos más
dificultades. El momento en que se trabaja hoy es el posparto para que no haya
otro embarazo", admitió el subsecretario de Atención de la Salud de las
Personas, Leonardo Busso.
Agustina Mandel tiene 17 años. Su pareja le pidió que no
usara métodos anticonceptivos durante una relación sexual y ella se negó.
"Quedé muy mal parada. Él les contó a sus amigos y se burló. Siempre la
mujer queda mal parada: si accede, se somete a tomar riesgos de enfermedades y
embarazos. Si no accede, es insultada por el hombre", afirmó.
Agustina, alumna del prestigioso Colegio Nacional José
Hernández de La Plata, padeció las burlas, pero aun así se negó a tener sexo de
manera no segura. En cambio, otras chicas aceptan, con consecuencias
inesperadas. Eva Portillo conoce a cinco compañeras del Colegio Normal 3 que quedaron
embarazadas por complacer a sus compañeros.
Consecuencias no asumidas
"Las chicas tienden más a cuidarse, sobre todo porque
en general las consecuencias muchas veces no son asumidas en pareja",
admiten las autoridades provinciales, que reconocen esta forma de violencia
sexual.
Los jóvenes de la provincia de Buenos Aires inician su vida
sexual a los 16 años, en promedio. Según la encuesta, realizada en 2016, la
mayoría de las chicas (el 61,2%) usan métodos anticonceptivos de forma regular.
Pero otro 33,2% se cuida de modo ocasional, mientras un 5,6% no lo hace nunca o
casi nunca. "Esas últimas cifras son muy altas", admitió López
Medrano.
De esta población que no se cuida adecuadamente, un 24% no
usan anticonceptivos "a pedido de sus parejas", pese a no desear
hijos. En tanto, según la encuesta, el 24,2% lo hacen porque quiere quedar
embarazadas y otro 18,9% porque no quieren.
"A la mayoría de las mujeres nos ha pasado que nos
pidan no cuidarnos. Es otra forma de opresión", dijo Rocío García, de 27
años, profesora del Instituto Técnico Superior N° 5 de La Plata.
La licenciada en Psicología Irma Colanzi coincidió.
"Una modalidad del disciplinamiento constante es violentar la decisión
sobre el propio cuerpo. Asimismo, la eficacia de este castigo se advierte en
mecanismos psíquicos de culpabilización y fragilización subjetiva", dijo.
"La violencia no es solo física, verbal o psicológica.
Acá hay riesgos críticos: hoy tenemos a las chicas expuestas a enfermedades
muchas veces por el relajamiento en el uso de preservativos", sumó el
ministro de Desarrollo Social.
"Hace falta fortalecer a las chicas para que aprendan a
cuidarse y no obedecer a todo", consideró Franco González, alumno del
Colegio Nacional de Adrogué. "Hay muchos chicos que evitan los
preservativos. Más si las chicas tienen otro método alternativo, como las
pastillas o el DIU [dispositivo intrauterino], ya que así quedan a salvo del
único lazo que los podría unir, que es el embarazo", opinó.
En ese sentido, Fabián Repetto, investigador en ciencias
sociales del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y
el Crecimiento (Cippec), sostuvo: "No solo hace falta empoderar a las
chicas. También se necesitan políticas públicas para hacer reflexionar a los
hombres a fin de que no fuercen a las chicas a aceptar aquello que no
quieren".
Repetto, que participó del análisis de la encuesta, agregó:
"Hay un reto enorme: educar para generar un cambio cultural. Esto no se
cambia por decreto".
Martina Herrera, de 17 años, reclamó por mayor educación
sexual. "Es violencia si tu pareja insiste y te fuerza de una u otra
manera a no usar anticonceptivos. Los jóvenes tenemos relaciones y no todos
saben cómo cuidarse. Necesitamos salud sexual en las escuelas", señaló.
Colanzi destacó que "las mujeres en edad reproductiva
son las principales destinatarias de políticas de planificación familiar; sin
embargo, se desdibuja la decisión sobre sus cuerpos y no se incorpora el
derecho al cuidado, en este caso no reproductivo, en el diseño de políticas de
programas de salud sexual".
"Se buscará intensificar los programas de salud
reproductiva a partir de los resultados de esta encuesta", reconoció
Busso.
El diputado Guillermo Kane (Frente de Izquierda) impulsó un
proyecto de ley que apunta a fortalecer la educación sexual "para la
erradicación de la opresión, la explotación y la violencia en las relaciones
entre las personas", entre ellas, las relaciones sexuales". Su
proyecto, que busca reformar la ley 14.744 para modernizar la educación sexual
con una perspectiva de género, científica y laica, ya se aprobó este mes en la
Cámara de Diputados. Y ahora espera debate en el Senado.
La mitad de las jóvenes no tienen cobertura de salud
El 47,1% de los jóvenes de 15 a 29 años que residen en la
provincia de Buenos Aires no tienen cobertura de salud. Según la Encuesta de
Juventud bonaerense, el déficit de cobertura se manifiesta de manera más
elevada entre la población de mujeres: mientras que la proporción de jóvenes
varones sin cobertura de salud suma al 43,5%, entre las mujeres asciende a un
50,7%.
En términos de edad, no se registran grandes diferencias
respecto del acceso a la cobertura. Los jóvenes de 15 a 19 años son el grupo
con un menor déficit (45,1%), hecho probablemente asociado al acceso de
cobertura a través de la obra social de un familiar (generalmente, padre o
madre).
Los jóvenes del conurbano bonaerense son los que padecen un
mayor déficit de cobertura de salud: el 48,7% de ellos no tienen obra social,
prepaga, servicio de emergencia o plan de salud público, mientras que en el
interior de la provincia el déficit se reduce al 43,8%.
Entre los jóvenes de 15 a 29 años sin cobertura de salud,
una amplia mayoría trabaja (60,9%). Esta condición es muy diferente entre los
varones y las mujeres: mientras que entre los primeros esta proporción se eleva
a un 73,2%, entre las segundas ocurre lo contrario (poco más de la mitad de las
jóvenes sin cobertura no trabajan).
Fuente: Diario La Nación - Ver más sobre Adolescencia