El próximo martes, a las 13.30, se reúne la Comisión de
Salud de la Cámara de Diputados para emitir dictamen sobre un proyecto de ley
de vacunación que prevé su gratuidad y obligatoriedad no solo para los chicos,
sino en todas las etapas de la vida. Además, otorga al Estado la potestad de
verificar su cumplimiento (y eventualmente realizarla en forma compulsiva,
previo fallo judicial) al ingreso escolar, en las universidades públicas y
privadas, al gestionar documentos como el DNI, el pasaporte, el carnet de
conducir, el certificado de supervivencia y de residencia, y al hacerse
exámenes prelaborales y periódicos de trabajo.
El proyecto, presentado por el Diputado por Tucumán Pablo
Yedlin, de Argentina Federal, ya fue aprobado por los asesores de la comisión y
tiene consenso de todo el arco político. "Va a tener dictamen, porque
trabajamos con representantes del Frente para la Victoria, de Cambiemos, del
PRO, del radicalismo -asegura Yedlin, pediatra, miembro de la Comisión Nacional
de Inmunizaciones y vicepresidente de la Comisión de Salud-. También con el
ministro Adolfo Rubinstein, y con toda el área técnica del ministerio. Hay
acuerdo general." La iniciativa cuenta con el respaldo de la Sociedad
Argentina de Pediatría, la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología
(SAVE), la Sociedad de Medicina, la OPS, Unicef y la Fundación Huésped.
"La idea es actualizar la ley existente, que data de
1983 -afirma el legislador-, generar una herramienta para la política pública
de control de las enfermedades prevenibles por vacunas, facilitar la gestión y
logística del programa de inmunizaciones, y eliminar el pago de impuestos a
estos insumos prioritarios para la salud pública".
La norma establece la gratuidad de las vacunas y el acceso a
los servicios de vacunación en todas las edades, declara a la vacunación como
de interés nacional (incluyendo la investigación, la vigilancia epidemiológica,
la toma de decisiones basadas en la evidencia, y también su producción, y las
medidas tendientes a fomentar la vacunación y fortalecer la vigilancia de su
seguridad). Además, dispone que el Estado Nacional debe asegurar las partidas
de presupuesto necesarias para su cumplimiento, y prescribe la intangibilidad
de esas partidas.
"Hoy en el país se atienden cuatro millones de personas
en el sector privado, 22 millones a través de la seguridad social y 15 millones
en el sector público -destaca Yedlin-. Una de las grandes ventajas de nuestro
programa es que todos reciben las mismas vacunas, y no hay que discriminar por
obra social o capacidad de pago. Eso es lo que no puede estar en riesgo y lo
que esta ley intenta garantizar. Si el sistema se descentralizara, de modo que
cada provincia tuviera que hacerse cargo de su propio programa de vacunación,
sería un caos".
En las últimas cuatro décadas, las vacunas pasaron de ser
una protección para los más chicos a prevenir enfermedades de toda la familia y
en las distintas etapas. En el continente americano, se pasó de aplicar seis a
15 vacunas. En 1977, un chico recibía diez dosis vs. 20 en la actualidad. De
cinco dólares invertidos en la vacunación de cada chico, se pasó a casi 70. De
27 millones de dosis en 2003, se pasó a aplicar 40 millones en 2014.
Por supuesto la logística y gestión de cada operativo son un
desafío mayúsculo. Desde que en 2000 el país se incorporó al fondo rotatorio de
la OPS, un sistema de compra internacional, se aseguró que los grandes montos
involucrados en la compra de vacunas estén auditados de forma absolutamente
transparente.
"Se compran vacunas precalificadas y la OPS tiene un
cláusula que solo permite pagar el precio más bajo", aclara Carla
Vizzotti, presidenta de la SAVE.
A la Argentina llegan en promedio 92 embarques anuales de
inmunizaciones desde distintos países, pero el marco legal al que están sujetas
las vacunas en la actualidad es el mismo que rige para la ropa o los aparatos
de TV de plasma, aclara Vizzotti. Pagan los mismos impuestos y, si se tarda en
sacarlas de la aduana, hay que pagar multas por almacenamiento y se corre el
riesgo de que venzan. Por eso, esta nueva norma dispone la exención de
impuestos para todas las vacunas que incluya el calendario nacional.
"Nuestras coberturas de vacunación son buenas, pero no
están mejorando en los últimos años. No podemos quedarnos tranquilos --dice
Yedlin--. Hay siempre un grupo de pacientes que no se vacunan. Si se tienen
altas coberturas, más del 95%, se genera el efecto rebaño. Por eso las vacunas
son obligatorias: no me vacuno solo por mí, sino también por vos. Todo eso es
lo que pretende asegurar esta ley. Ya hubo otros dos proyectos que perdieron
estado parlamentario. Esperamos que éste finalmente se sancione."
Fuente: Diario La Nación - Ver más sobre Vacunación