Los constantes avances de las tecnologías y la aparición de
medicamentos para determinadas patologías son temas que. desde el punto de
vista de los costos, mantienen el alerta en los sistemas sanitarios de
diferentes partes del mundo.
Algunas de las políticas que hoy están en debate en la
Argentina se aplican ya en diferentes países. Hay referentes del sector privado
que destacan, por ejemplo, el caso de Uruguay en cuanto a la existencia del
Fondo Nacional de Recursos, creado en 1980 con el propósito de cubrir prácticas
de alta complejidad para toda la población, y que más tarde incorporó la
cobertura de medicamentos de alto costo (a los que hoy se dedica el 20/6 de los
recursos). Según una exposición realizada por la directora del organismo,
Alicia Ferrerira Maia, el sistema tiene impacto en la definición de los
precios: al ser el Fondo el único comprador de esos productos, el laboratorio
que quiere vender en Uruguay solo tiene un comprador, que puede negociar desde
esa posición los valores.
Al fondo aportan trabajadores y empresas y se derivan
también recursos de rentas generales. Y a la atención la dan los Institutos de
Medicina Altamente Especializada, que pueden ser públicos o privados.
Otra práctica que hoy se mira con atención está en los
mecanismos fijados para determinar qué tratamientos y medicamentos quedan
cubiertos. En la Argentina está en funciones desde este año la Comisión
Nacional de Evaluación de Tecnologías de Salud (Conetec), con la misión de
emitir dictámenes (se está a la espera del primero de ellos) tras evaluar
tecnologías o medicamentos. El entonces ministro de Salud. Adolfo Rubinstein,
emitió la resolución que crea la Comisión ante las demoras del trámite
legislativo referido al tema. El objetivo de una agencia de evaluación creada
por ley, destaca el ahora secretario de Salud, es que sus decisiones sean
vinculantes (las de la Conetec no lo serán), es decir, que de sus evaluaciones
suija qué debe estar cubierto por el sistema, tanto para los afiliados a
prepagas y obras sociales como para los pacientes de los hospitales públicos.
Según la iniciativa que está en el Senado y que lleva la
firma de Federico Pinedo, la Agencia tendría una comisión técnica integrada por
representantes del gobierno, de las obras sociales, del PAMI, de la Defensoría
del Pueblo, de asociaciones de pacientes, de las prepagas, de la Anmat y de los
científicos.
¿Cómo hacen otros países para definir qué coberturas darán a
la población sus sistemas de salud? Un informe editado recientemente por la
Fundación Sanatorio Güemes y coordinado por Esteban Lifschitz, especialista en
el tema y docente en la UBA, analiza cómo se gestiona la evaluación de
tecnologías en varios países del mundo. Entre las conclusiones, se destacan las
siguientes.
En España existe una Red Española de Agencias que elabora
informes para orientar al Ministerio de Salud sobre nuevas tecnologías. Lo que
se dice no es vinculante y el objetivo es ayudar a tomar decisiones a las
autoridades, respecto de qué se cubre y qué no. Los autores del informe
señalan, como debilidad,, el carácter solo consultivo de las agencias y, como
fortaleza, el hecho de que se elaboren Guías de Práctica Clínica para
homogeneizar los servicios dados.
En Inglaterra, el Instituto Nacional de Salud y Excelencia
Clínica es una organización independiente, no gubernamental,, que hace
evaluaciones a pedido del Departamento de Salud. Hay criterios para seleccionar
qué tecnologías se analizan y un mecanismo formal para apelar las decisiones
del instituto. Un rasgo que se destaca es que el precio de los medicamentos se
regula a través de un esquema que implica acuerdos entre el Ministerio de
Sanidad y la industria.
En Brasil existe una Comisión Nacional de Incorporación de
Tecnologías que debe hacer sus trabajos en 180 días, prorrogables a 90 más. Las
tecnologías se evalúan con ayuda de consultores externos y las recomendaciones
son no vinculantes.
De Colombia, los autores destacan que el Instituto de
Evaluación Tecnológica en Salud, una corporación sin fines de lucro, publica
todos los documentos en su página web, lo cual contribuye a la transparencia.
Fuente: Diario La Nación - Ver más sobre Salud Pública