Según alertó la Organización Panamericana de la Salud, en el
país un 9,9% de los menores de cinco años se encuentra por encima de su peso
saludable. Además, un reciente estudio reveló que en los hogares argentinos se
incrementó el consumo aparente de gaseosas y jugos en un 70% durante los
últimos 20 años.
![Resultado de imagen para obesidad infantil](https://i2.wp.com/www.ilsoeducacion.com/wp-content/uploads/2018/07/ObesidadInfantil.jpg?fit=1200%2C628)
"Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso
en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9%. Es importante que
consumamos alimentos saludables", publicó anoche el organismo regional,
junto a un gráfico que muestra cómo las cifras se incrementaron en los últimos
años.
![El tuit de OPS alerta sobre un fenómeno que no es nuevo](https://www.infobae.com/new-resizer/QsSy28jKNHZjJ_2Q2kqDYjKr-YI=/750x0/filters:quality(100)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2019/01/08102002/obesidad-infantil-tweet-SF.jpg)
En el país, la última fuente oficial sobre este tema es la
Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) de 2012. Según datos de la
encuesta analizados por el Centro de Implementación de Políticas para la
Equidad y el Crecimiento (Cippec), la malnutrición afecta diferencialmente a
los niños y niñas de cero a cinco años dependiendo de su nivel de ingreso: en
hogares indigentes el 3,1% de los niños padece bajo peso y el 9,1% sobrepeso;
mientras, en los hogares no pobres, un 1,5% tiene bajo peso y un 11,8% sufre
obesidad.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación para 2012
(último dato disponible), el 30% de los niños y niñas de edad escolar (de 13 a
15 años) tiene sobrepeso y el 6%, obesidad. En el mismo informe se afirma que
el 50% consume dos o más bebidas azucaradas por día y que sólo un 17,6% consume
cinco porciones diarias de frutas y verduras.
En cifras de UNICEF Argentina, a medida que aumenta la edad,
la obesidad muestra mayor prevalencia entre los niños de 11 a 17 años de
hogares más pobres: tienen 31% más de probabilidad de ser obesos que los de
hogares más aventajados en la escala social. "Entre los factores que
explican esto se incluyen tanto el mayor consumo de macronutrientes y calorías
vacías, como el menor acceso a oferta pública y accesible a espacios de
recreación, lo que fomenta el sedentarismo entre los adolescentes",
justificó José Florito, coordinador del Programa de Protección Social de
Cippec.
Las gaseosas y bebidas azucaradas, a la cabeza del problema
El consumo de bebidas edulcoradas con azúcar se viene
incrementando de manera sostenida y nuestro país constituye uno de los
principales consumidores a nivel mundial, con un promedio de 137 litros por
persona por año, lo cual representa un aporte de 13 kilos de azúcar). En los
hogares de la Argentina se incrementó el consumo aparente de gaseosas y jugos
en un 70% en los últimos 20 años, según un estudio de Cesni de 2016. En este
sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve un impuesto sobre
las bebidas azucaradas como forma de disminuir su consumo a nivel poblacional.
Se estima que diariamente un adulto debe reponer entre 2 y
2,5 litros de agua. Los alimentos aportan entre el 20% y el 30% del agua que se
consume, aunque estos valores varían según el tipo. El 70%-80% restante es
aportado por bebidas como agua, jugos, gaseosas, sopas, leche, infusiones, etc.
El resto es agua metabólica, producida por el organismo. El mismo pierde agua
durante la respiración, en la orina, en la materia fecal y en el sudor. Cuando
la pérdida supera al ingreso se produce deshidratación. Las personas más
propensas a deshidratarse son los niños pequeños, los lactantes, los ancianos,
las embarazadas, los deportistas y las personas con algunas enfermedades
crónicas o bajo tratamiento farmacológico.
Las Guías Alimentarias para la Población Argentina
recomiendan beber dos litros de agua segura al día. Una opción saludable y
económica para diversificar la hidratación sin consumir calorías son las aguas
saborizadas caseras. Su ingrediente principal es el agua segura y se pueden
combinar frutas, vegetales y hierbas aromáticas debidamente lavadas. Estas preparaciones
tienen varias ventajas en relación a las comerciales, como el menor costo, la
ausencia de aditivos industriales y la posibilidad de conocer qué ingredientes
se utilizan. Algunas combinaciones posibles son: limón y jengibre, pepino y
limón, durazno, pomelo y romero, manzana verde y canela.
Durante enero, en las Estaciones Saludables y Mercados del
Gobierno de la Ciudad se ofrecerán de manera libre y gratuita diversas
actividades sobre hidratación en verano, a cargo de nutricionistas con tips y
recetas sencillas para preparar bebidas saludables para todas las edades. Para
conocer las fechas y horarios por locación ingresar acá.
Consultada por Infobae sobre cuál cree que es la manera de
revertir la situación local, la médica sanitarista Victoria Cavoti (MN 111677)
consideró que "para empezar, se debería entender a la obesidad infantil
como la punta del iceberg de un problema social, que incluye fácil acceso a la
comida chatarra, poca información nutricional, baja disponibilidad de alimentos
de calidad y agua potable, sumada a otras cuestiones comos las escasas horas
cátedra de nutrición y alimentación que posee un médico en las universidades y
la abundante publicidad de productos de pésima calidad nutricional".
"Además, es necesario el trabajo y abordaje del tema
entre sociedad civil, Secretaría de Salud, Ministerio de Desarrollo Social y
Educación y organismos que protegen la infancia -observó-. Y poner en agenda el
derecho básico de un niño al alimento de calidad y al agua por parte del
Estado".
Fuente: Diario Infobae - Ver más sobre Obesidad