Según un estudio, el 42% de los que superan los 65 y van con
recetas a la farmacia usan entre 5 y 15 fármacos por mes; advierten que eso
puede causar más daños que beneficios.
Cuando el geriatra Lucas Corral atendió a la abuela de una
amiga, revisó de rutina la medicación que venía tomando. "Casi entré en
shock", recuerda el médico del Hospital Durand. La afiliada de PAMI usaba
¡25! medicamentos distintos, incluidos fármacos para el Alzheimer,
antihipertensivos, un regulador de la frecuencia cardíaca, un ansiolítico, un
antiácido, un antipsicótico, aspirina en bajas dosis y un aerosol para dilatar
los bronquios. Después de tratar el cuadro agudo, los profesionales reevaluaron
la pertinencia o utilidad de las indicaciones y suspendieron casi todo.
"Se fue de alta con cinco medicamentos", evoca Corral.
Aunque puede ser considerado un caso extremo, la
polifarmacia o consumo regular de más de cinco medicamentos está extendida
entre los ancianos. Y un número creciente de médicos consideran que puede traer
más perjuicios que beneficios. Un nuevo estudio en la Argentina reveló la
magnitud del problema. Científicos de Rosario examinaron las recetas de 2231
mayores de 65 años que concurrieron a 10 farmacias comunitarias de esa ciudad a
lo largo de siete meses. Constataron que el 42,3% tomaba mensualmente entre
cinco y 15 remedios distintos. "Y eso sin contar los medicamentos de venta
libre y suplementos", dice la farmacóloga María Eugenia Mamprin,
investigadora del Conicet en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y
Farmacéuticas de la Universidad Nacional de esa ciudad.
A medida que aumenta la cantidad de prescripciones, sube la
chance de que algunos sean innecesarios, inadecuados para la edad o interactúen
entre sí y produzcan efectos adversos. En el mismo estudio, Mamprin y sus
colegas revisaron los casi 57.000 medicamentos recetados y hallaron que siete
de cada 10 pacientes tomaban al menos uno considerado "potencialmente
inapropiado", de acuerdo con un reciente listado elaborado en la Argentina
(IFAsPIAM), que identifica más de un centenar de fármacos que deberían evitarse
o administrarse con precaución en adultos mayores.
La proporción de ancianos que toman medicamentos que quizás
no deberían es "asombrosa", lamenta Mamprin. Y agrega: "Es más
alta que en otros países de la región, como Brasil, y el doble de lo observado
en Europa. Hay que tomar conciencia: se necesita un uso más racional de los
medicamentos".
Uno de los factores principales que explica la escalada de
medicamentos recetados es la desarticulación de los cuidados médicos: ante
distintos signos y síntomas, los pacientes recurren a diferentes especialistas
(cardiólogo, neumonólogo, reumatólogo, etcétera) que se concentran en un
problema específico, agregan "soluciones" para cada uno de ellos y no
revisan las indicaciones de sus colegas.
Razones múltiples
Los "médicos de cabecera" del PAMI, por su parte,
a menudo se limitan a transcribir recetas previas, sin cuestionar la utilidad
clínica de las drogas, desliza un geriatra que prefirió no ser nombrado.
"La falta de tiempo favorece la inercia prescriptiva", sostiene
Mariano Núñez, especialista en medicina interna, profesor de Farmacología en la
UCES y director del Laboratorio de Farmacovigilancia del Instituto de
Farmacología de la UBA.
Otra causa del fenómeno es la "medicalización de la
sociedad", apunta Fernando Coppolillo, gerente de prestaciones médicas de
Medifé. Una de las consecuencias sería el abuso de psicofármacos.
"Situaciones del ciclo vital, como el duelo o el estrés, o emociones
básicas, como el enojo, la tristeza y el miedo, se tratan farmacológicamente.
Eso les quita a las personas una herramienta básica, que es la autosuperación
para los desafíos de la vida", afirma.
Aunque parezca paradójico, la suma de pastillas puede
terminar restando salud. Núñez asegura que, si un paciente toma siete medicamentos,
hay un 80% de probabilidad de interacciones entre algunos de ellos. Y la cifra
se eleva al 100% si toma ocho. "Es más fácil indicar un fármaco que
retirarlo", dice.
Un ejemplo clásico es la combinación de analgésicos
antiinflamatorios (como ibuprofeno o naproxeno) con antihipertensivos: los
primeros suben la presión, por lo cual los médicos tienden a aumentar la dosis
o cantidad de los segundos, en lugar de plantearse alternativas para el dolor
sin efectos sobre la tensión arterial, como el paracetamol. Otra cascada típica
de prescripciones se produce con ciertos antidepresivos o antipsicóticos que
causan temblores, lo cual puede derivar en la indicación de medicación para el
Parkinson.
Mamprin añade que la sumatoria indiscriminada de medicamentos
crónicos eleva el riesgo de lesiones renales o hepáticas que afectan su
eliminación, lo cual incrementa el potencial de interacciones y efectos
adversos. También hay desenlaces inadvertidos: la caída y fractura de un
anciano, por ejemplo, puede atribuirse al diurético que lo obligó a levantarse
a orinar por la noche.
Según los estudios y diversos especialistas consultados, en
el top siete de los medicamentos que toman en exceso los adultos mayores
figuran las benzodiazepinas ansiolíticas, omeprazol, ciertos productos para la
artrosis (como glucosamina), antidepresivos, antipsicóticos, antiinflamatorios
y "estimulantes" de la memoria.
Para el médico clínico Esteban Cichelli, del Sanatorio
Modelo de Caseros, es crucial que exista una relación médico-paciente de
confianza para iniciar la "deprescripción" de los fármacos
inapropiados. "La polifarmacia es un problema que vemos todos los
días", destaca.ß
Hebe Zarlenga (83) llegó a tomar de rutina 11 medicamentos.
Cuando el geriatra Lucas Corral reevaluó las prescripciones, ajustó dosis y
concluyó que 5 de ellos eran innecesarios, incluido un ansiolítico, un
diurético y un betabloqueante para el corazón. "Está muy bien",
asegura el geriatra. Algunos pacientes polimedicados recurren a soluciones "heroicas".
Durval Ledesma (67), con antecedentes de diabetes e insuficiencia cardíaca, fue
operado del corazón y a partir de ahí adoptó una dieta naturista que le
permitió bajar de diez a cinco medicamentos.
Fuente: Diario La Nación - Ver más sobre Medicamentos