Advierten que en caso de no revertirse esta tendencia, hay
gente que va a morir por la falta del insumo. Ante la emergencia, los
trabajadores de la salud interrumpen su labor para donar sangre.
Los trabajadores de la salud
argentinos trabajan a contrarreloj para contener la propagación del coronavirus.
Sin embargo, a partir de la cuarentena decretada por el Presidente Alberto
Fernández hasta el 31 de marzo, ahora tienen un nuevo problema. Según cuentan
los encargados de los bancos de sangre hospitalarios de la Ciudad, la donación
de sangre bajó un 80% en las últimas dos semanas cuando comenzaron las
recomendaciones que la población se quede en sus casas a partir de la
propagación del coronavirus. “Si la situación no se revierte, va a morir gente
por la falta de sangre”, advierten desde las unidades sanitarias por las
personas que tengan enfermedades oncológicas, cirugías complejas que estén
programadas o heridos en accidentes de tránsito, entre otros.
“Desde hace
quince días, las donaciones de sangre cayeron un 80% de la concurrencia
habitual. No puedo asegurar cuánto tiempo será suficiente el stock que
tenemos”, cuenta Patricia Epstein, jefa de Hemoterapia del Hospital Durand. Por
eso, en esta unidad sanitaria implementaron un comité de crisis para revertir
la problemática para los pacientes que no padecen coronavirus y pueden requerir
transfusiones. “Hicimos una convocatoria interna y donaron 23 trabajadores del
Durand, de los cuales muchos de ellos suspendieron su trabajo 20 minutos para
acercarse al servicio”, detalla Epstein sobre las medidas a las que también se
suma la reacomodación de salas de esperas, la toma de turnos para evitar
conglomeraciones y el redoble en las desinfecciones. “El 'quedate en casa' está
perfecto, pero la gente no sabe que la donación de sangre también es una
excepción válida de la cuarentena”, sentencia Epstein.
Por otro lado, en el Hospital Piñero están llamando
a los donantes de sangre de los últimos años para convocarlos a que vuelvan a
aportar sangre. Así lo cuenta Fiorella Capello, una de las técnicas de
hemoterapia en la unidad sanitaria del Bajo Flores, quien detalla que “de no
ser por esta campaña autogestionada, no hubiéramos tenido ni un solo donante y
por eso tuvimos una caída del 70%”. Además, el personal del Piñero extendió su
horario de servicio habitual -lunes a viernes de 8 a 11- a atender de lunes a
lunes, entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía. “Si la gente toma
recaudos para ir a comprar el pan, puede hacer lo mismo para donar sangre. De
lo contrario, va a haber gente que va a morir”, afirma Capello, quien junto a
sus compañeros del Piñero también hicieron donaciones de sangre.
La situación
se replica en todos los hospitales de la Ciudad. En el Cemic la baja de
donaciones de sangre disminuyeron un 50%. Mientras que el Hospital Garrahan,
que se encarga de todas las transfusiones que necesiten los niños, intensificó
la campaña para las donaciones en sus redes sociales y lograron unos 347
donantes durante esta semana.
Fuente: Diario Perfil - Ver más sobre Donación de Sangre