Profesionales y estudiantes de la casa de altos estudios
trabajan en dos proyectos paralelos. La idea es construir 100 aparatos por
semana.
La idea surgió esta semana, mientras escalaba la pandemia
por el coronavirus y la crisis sanitaria desbordaba a los profesionales de
Italia y de España. Una empresa compuesta por estudiantes y profesionales
graduados en la Universidad Pública de Rosario (UNR), y la Facultad de Ciencias
Exactas, Ingeniería y Agrimensura de esta ciudad, comenzaron a trabajar en
forma paralela y en alianza prototipos para la fabricación de respiradores
artificiales de bajo costo, un elemento clave para el tratamiento de los pacientes
más afectados por el Covid-19.
La Universidad de Rosario recibió los proyectos y quedó al
frente de la producción: realizó una inversión inicial de dos millones de pesos
y gestionó ante autoridades locales y nacionales los permisos necesarios y posibles
nuevos aportes para el avance de la iniciativa.
El aparato está ideado únicamente para tratar los efectos
que provoca el coronavirus. No puede utilizarse para otras afecciones
respiratorias. Los profesionales sanitarios creen que se convertirá en un
aporte clave para trabajar en la coyuntura actual.
Una vez superadas las etapas formales de aprobación y
certificación comenzará a fabricarse. Se espera por la emergencia sanitaria
obtener permisos rápidamente para elaborar los primeros prototipos antes de fin
de mes. En una primera etapa serán unos 100 aparatos por semana.
Sólo la producción de una semana representa entre el 15% y
el 20% de los respiradores hoy disponibles en todo el territorio de Santa Fe.
Los aparatos se pondrán a disposición de las autoridades sanitarias de todo el
país, e incluso no se descarta en otra etapa poder ofrecer parte de la
producción a naciones vecinas.
Por tratarse de un dispositivo que se circunscribe a una
sola afección y que prescinde por ello de ciertos componentes, tendrá un costo
de fabricación que oscilará entre los dos y tres mil dólares. Entre un 80% y un
90% más baratos que los que hoy se utilizan en el país para tratar cualquier
otra afección respiratoria y que tienen un costo de 20 a 30 mil dólares.
Iventu, una empresa compuesta por 12 estudiantes y egresados
de la universidad pública local, trabaja desde hace ocho años en proyectos de
ingeniería mecánica, electrónica y eléctrica, desarrollos para ciudades
inteligentes y sustentables, con ideas que incluyen desde la industria
alimenticia hasta la ferroviaria.
El grupo de jóvenes estudió el proyecto realizando
interconsultas con médicos y especialistas en aparatología, tanto del ámbito
público como privado. Como sucede con el equipo de la Facultad de Ingeniería
buscaron que la idea sea “viable”.
Para lograrlo evaluaron costos y estudiaron especialmente
qué tipo de componentes se necesitaban. Buscaron que la mayoría de los insumos
fueran de industria nacional y que, en caso de ser importados, exista stock en
el país o sean fáciles de importar.
“La madre de todas las batallas es tener los componentes y,
en el caso nuestro, también los costos. Cada ecosistema local puede tener ideas
para desarrollar esto, pero el desafío es encontrar componentes. Si no, no es
viable. La idea es que se pueda replicar el prototipo en cantidad”, explicaron
Roberto Bisso y Germán Campero, integrantes de Iventu, a Clarín.
“La idea surgió esta semana, viendo cómo avanzaba la
pandemia en Argentina y lo que está pasando en Italia o España, donde la falta
de respiradores fue una de las cosas más graves”, contó Campero. En esos países
se presentaron situaciones dramáticas por la carencia de aparatos.
En una primera fase podrían estar abocados a la fabricación
entre 20 y 30 profesionales. Aunque la decana de la Facultad de Ciencias
Exactas, Ingeniería y Agrimensura, Graciela Utges, aclaró a este diario que “la
cantidad que se vayan incorporando en cada etapa del proyecto será la necesaria
para agilizar en tiempo y forma lo que intentamos hacer”.
La línea de producción podrá ampliarse más allá de los 100
respiradores estimados por semana, aunque dependerá de la disponibilidad de
piezas y del financiamiento que se obtenga.
En ese punto el municipio local, la gobernación santafesina
y el Estado nacional ya anticiparon a la universidad de Rosario la disposición
para destinar partidas que permitan expandir el proyecto.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, dispuso hoy mismo
hacer el aporte inicial de los dos millones de pesos para iniciar el trabajo y
tenía previsto viajar a Buenos Aires para conseguir algunas piezas necesarias
para acelerar el proyecto.
“Estamos dando cuenta, a partir de la producción científica,
de un desafío enorme frente al elemento que en términos de disponibilidad
genera mayor preocupación para poder atender una potencial expansión de la
pandemia en nuestro país”, explicó Bartolacci al hacer el anuncio.
Los desarrolladores de la empresa y de la facultad
trabajarán cada uno en su proyecto, pero en alianza e intercambiando
información en forma periódica. Una vez certificado el respirador los planos y
detalles de la idea quedarán “abiertos”, es decir que estarán a disposición
para que pueda ser tomado para su producción, modificación y perfeccionamiento
en cualquier parte del mundo.
“Vamos a ir trabajando en paralelo con la Facultad de
Ingeniería para encontrar alternativas. Hay que ser solidarios. Esto no es un
negocio. La idea es compartir conocimiento y para ello contamos con la
solidaridad de la universidad para invertir”, plantearon en Inventu.
Este respirador “no es un dispositivo convencional, sino que
está imaginado y construido para la atención de la emergencia”, según explicó
Bartolacci, moviliza aire dentro y fuera de los pulmones de manera controlada,
monitorea la presión y los volúmenes desplazados. Sólo se utiliza para
intubación, ya que no es apto para la ventilación con máscara. Controla la
mezcla de aire y oxígeno y neutraliza material viral.
En la universidad de Rosario esperan que en abril puedan
sumarse distintas partidas para atender una posible demanda en hospitales y
sanatorios de todo el país.
Fuente: Diario Clarín - Ver más sobre Tecnología en Salud