Los casos de la enfermedad que transmite el Aedes aegypti se
propagan con la ciudad de Buenos Aires y el conurbano como grandes focos del
brote. Todo sobre el dengue, la enfermedad endémica que puede llegar a ser muy
grave.
En medio de la pandemia de coronavirus, los casos del mal
que transmite el Aedes aegypti se propagan con la ciudad de Buenos Aires y el
conurbano como grandes focos del brote. Las personas contagiadas por dengue se
multiplican en todo el país y los casos sospechosos se contabilizan en 26.351,
mientras que son 7862 casos los confirmados.
En efecto, según el último Boletín integrado de Vigilancia
Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación del pasado 3 de abril,
entre la semana 31 del año 2019 y el 9 de marzo último (semana 10 de 2020), se
registraron 2.942 nuevos casos, siendo el promedio de casos notificados en las
últimas 3 semanas 6 veces superior que los reportados para las mismas 3 semanas
de la temporada 2018-2019.
Con fecha 15 de agosto de 2019, la Organización Panamericana
de la Salud (OPS/OMS) alertó acerca de un nuevo ciclo epidémico de dengue en la
Región de las Américas, informando que luego de dos años de baja incidencia, se
observaba para esta temporada un incremento de casos de dengue y dengue grave
en varios territorios de la región compuesta por Argentina, Brasil, Bolivia,
Chile, Paraguay y Uruguay.
“Me preocupa más el dengue que el coronavirus”, fue la frase
que dijo y por la que más tarde fue criticado el ministro de Salud, Ginés
García González, a principio de febrero, cuando el virus que hoy afecta al
mundo aún no se había declarado pandemia.
“Las dos cosas son importantes. Por más de que nos ocupe la
cabeza en este momento la pandemia, el dengue es un tema muy serio, no tenemos
que descuidarlo. En la Argentina estamos en época, por ende, hay que insistir
en los cuidados, en el descacharreo, en fumigar, en cortar el pasto. Nadie
puede decir, que esto es una elección de una enfermedad por sobre otra. De
hecho, ha habido casos en los que se han sumado ambas enfermedades”, dijo en
diálogo con Infobae Lautaro De Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de
Infectología.
Con respecto a la Ciudad de Buenos Aires, los barrios más
afectados son los del sur porteño, los de la Comuna 8 (Villa Soldati y Lugano);
la Comuna 4 (Parque Patricios, Barracas, La Boca y Pompeya); y la 10 (Floresta,
Monte Castro, Versalles, Villa Luro). El mapa de actividad del mosquito Aedes
aegypti tiene forma de L y se concentra tanto en zonas precarias y
residenciales en las cercanías a la autopista General Paz, como Villa Devoto,
Villa Urquiza o Saavedra.
De este modo con la lupa sobre los más de 1200 casos
confirmados de coronavirus que se registran en el país, el dengue es otro
enemigo silencioso que se suma al listado de preocupaciones sanitarias a los
que la población debe estar atenta.
“Durante las pandemias está descripto que al poner el foco
en la misma se corre el riesgo de desatender otras necesidades sanitarias.
Respecto al dengue, un freno las medidas de prevención puede producir una
exacerbación del brote, que es muy peligroso”, aseguró a este medio Romina
Mauas, infectóloga y coordinadora médica de Helios Salud y miembro de la SADI.
Serotipos, inmunidad y “dengue hemorrágico”
Los principales transmisores del virus del dengue en nuestro medio son los mosquitos del tipo ‘Aedes aegypti’. Contribuyen a la cría del mosquito vector y al aumento de transmisión del dengue, entre otros factores, los climas con muchas lluvias y elevadas temperaturas, insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros descubiertos y la disponibilidad de reservorios de distinto tipo que funcionan como criaderos. Este mosquito tiene hábitos domiciliarios por lo que la transmisión es predominantemente doméstica, acompañando al ser humano dentro de la vivienda y sus alrededores.
“Para que en una ciudad, región o país se produzca
transmisión de la enfermedad tienen que estar presentes en forma simultánea el
virus, el vector y el huésped susceptible. Este último, cuando es infectado, se
transforma en el reservorio de la enfermedad. Lamentablemente, hoy en gran
parte de nuestro país tenemos un número importante de ejemplares del vector,
está presente el virus y los huéspedes somos nosotros”, advirtió la doctora
Gabriela Ensinck, infectóloga pediatra, secretaria del Comité de Infectología
de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Existen 4 serotipos del dengue y padecer la enfermedad de cualquiera
de ellos confiere inmunidad permanente contra ese serotipo y solo por unos
meses contra los restantes. Cualquier serotipo puede producir formas graves de
la enfermedad, aunque los serotipos 2 y 3 (denominados DEN 2 y DEN 3) han sido
asociados a la mayor cantidad de casos graves y de fallecimientos. En nuestro
país circulan mayoritariamente los serotipos DEN 1 (68.8%) y DEN 4 (27.5%)y, en
menor medida, el serotipo DEN 2 (3,7%).1
“Aquel individuo que ya tuvo dengue por uno de los serotipos
y recibe una picadura de un mosquito que le transmite alguno de los otros
serotipos, tiene mayores posibilidades de presentar ‘dengue hemorrágico’, una
de las formas graves de la enfermedad”, sostuvo Elizabeth Bogdanowicz,
infectóloga pediatra, miembro del mismo comité.
Los principales síntomas que presenta la enfermedad
Si bien se puede presentar -sin diferencia por sexo- en
cualquier rango de edad, según los reportes es más frecuente en los mayores de
10 años y en los adolescentes, expresando síntomas como fiebre, dolor de
cabeza, dolor abdominal, dolor alrededor del ojo (retro-ocular), derrames
oculares (inyección conjuntival), manchas rojas en la piel, náuseas, vómitos y
alteraciones del sabor de los alimentos y las bebidas. Mientras que en los
lactantes suele cursar en forma asintomática (8 de cada 10 casos) o sin
diferenciarse de otros cuadros virales que producen fiebre, falta de apetito,
fatiga, dolor de garganta y erupciones.
“Como siempre, la aparición de todos o de alguno de estos
síntomas mencionados amerita la consulta urgente con el especialista.
Particularmente, la presencia de fiebre y erupción en la piel hacen necesario
pensar en dengue, sin olvidarnos, en nuestro medio, de la posibilidad de estar
presentes también ante un cuadro de sarampión”, aclaró Ensinck.
Pablo García Figueroa (41) siguió a rajatabla las
recomendaciones sobre la consulta cuando después de recorrer las calles del
Barrio Municipal Presidente Rivadavia I en el Bajo Flores -respetando las
medidas de prevención del contagio de COVID-19- sintió dolor detrás de los
ojos, en el hígado, en las articulaciones, en los músculos, fiebre y cansancio.
“Era tan serio lo del coronavirus que creí que el dengue le
pasaba a los demás. Salí con barbijo y alcohol en gel. Me picaron mosquitos
pero nunca me imaginé que podría ser esto”, dijo en diálogo con Infobae el
director en funciones de la Escuela Municipal nº 12 “José Enrique Rodó”, que en
el momento que se infectó con el virus se encontraba repartiendo cajas de
alimentos a los alumnos y sus familias.
El tratamiento por dengue sólo ataca a los síntomas. Es una
enfermedad larga y dolorosa. Por eso en algunos lugares la llaman “fiebre
rompehuesos”. “Me diagnosticaron, me mandaron a casa y estuve una semana con 40
grados de temperatura. No te dan antibióticos, te dan paracetamol para bajar la
fiebre y desinflamar”, contó García Figueroa.
Con respecto a la prevención, no existen vacunas para el
dengue ni medicamentos que lo curen. La medida más importante de prevención es
la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los
recipientes que contengan agua tanto en el interior de las casas como en sus
alrededores.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son
de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones
cortados). Estos recipientes deben ser eliminados. Si los recipientes no pueden
eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse que acumulen agua,
dándolos vuelta, como en el caso de los baldes, palanganas o tambores, o
vaciándolos con frecuencia, en el caso por ejemplo de los portamacetas y
bebederos.
¿Qué recomiendan las autoridades?
Combatir al Aedes aegypti, vector que transmite esta
enfermedad. A su vez especificaron que los esfuerzos de control de las
enfermedades transmitidas por estos mosquitos se basan en la reducción de sus
lugares de cría y no de los insecticidas aplicados. Para una mayor eficacia de
las medidas de control, se requiere de la integración de las tareas
domiciliarias de “descacharrado” que puedan desarrollar las personas en sus
viviendas, los operativos de eliminación de los criaderos de Aedes aegypti y
los servicios de manejo de residuos sólidos urbanos para su adecuada
disposición final. No hay vacunas disponibles contra esta enfermedad, como
sucede con el coronavirus COVID-19.
Con el objetivo de evitar el contagio y minimizar la
propagación, las autoridades de la SAP recomiendan utilizar repelente según las
indicaciones del producto, llevar prendas que cubran brazos y piernas,
especialmente al estar al aire libre, desechar recipientes descartables que
puedan acumular agua como latas, botellas, neumáticos o lonas y dar vuelta o
vaciar y cepillar aquellos que se utilizan con frecuencia como baldes,
palanganas o tambores.
Asimismo, se insta a mantener los patios ordenados y los
jardines desmalezados, limpiar las canaletas y desagües de los techos, colocar
mosquiteros en las puertas, ventanas y cochecitos de bebé, y utilizar
repelentes ambientales como tabletas o espirales.
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana está
realizando un plan de desinsectación (fumigación y descacharreo). Las próximas
comunas a intervenir son:
- Viernes 10/04: comuna 9 y 10
- Sábado 11/04: comuna 4, 8 y 11
- Lunes 13/04: comunas 2, 6 y 7
- Martes 14/04: comunas 14 y 15
- Miércoles 15/04: comunas 3, 5, 13 y 15
- Jueves 16/04: comunas 5 y 12
- Viernes 17/04: comuna 12
Fuente: Diario Infobae - Ver más sobre Dengue