Un estudio en 1.358 niños señala que los niveles de insulina son más
elevados entre los prematuros.
Un bebé prematuro en la incubadora (El Mundo) |
Cada vez nacen más niños prematuros y, por lo tanto, cada
vez su estudio interesa más a la medicina. Un trabajo publicado este miércoles
en la revista JAMA evalúa una nueva consecuencia de un futuro de un nacimiento
antes de tiempo: tener un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, un marcador
de riesgo cardiovascular.
No es algo que suene completamente nuevo pero el diseño del
trabajo confirma lo que hasta ahora solo eran sospechas y deja en el tejado de
los padres que lo que en la infancia es solo un aumento en los niveles de
insulina no acabe convirtiéndose en enfermedad. Otro motivo más, si cabe, para
cuidar los hábitos saludables desde la más tierna infancia.
La muestra es amplia, 1.358 niños cuyos niveles de insulina
se midieron al nacer -en la sangre del cordón umbilical- y cuando estaban en la
llamada primera infancia (antes de los 6,5 años de edad), en la sangre de la
vena. En el primer análisis los niños fueron divididos en cuatro grupos según
la edad gestacional a la que nacieron; menos de 34 semanas, entre 34 y 36
(prematuros tardíos), entre 37 y 38 (casi a término) y a partir de la 39.
Los datos confirmaron lo que ya se sabía: que, a mayor
prematuridad, más elevados eran los niveles de insulina en sangre. Pero faltaba
por responder otra pregunta y es si esa diferencia se mantendría según los
recién nacidos fueran creciendo y tras ajustar otros factores que podrían
influir en el parámetro, como el peso de los niños.
Los resultados del estudio corroboraron la hipótesis de los
investigadores, liderados por Xiaobin Wang, del Centro de los Orígenes de la
Enfermedad en la Primeras Etapas de la Vida, de la Johns Hopkins University.
Las diferencias se mantuvieron en la segunda medición, aunque menores. Mientras
que los niños más prematuros presentaban niveles 2,05 veces más altos que los
nacidos a término en la primera medición, la cifra se reducía a 1,31 en la
segunda.
¿Puede deducirse de este estudio que los prematuros tienen
más riesgo de diabetes tipo dos? Los investigadores no se arriesgan a afirmarlo
y apuntan a que es una cuestión que "merece futura investigación".
Sin embargo, señalan que su estudio es un trabajo a tener en cuenta a pesar de
algunos déficits, como no haber medido la glucosa además de la insulina.
Como suele en trabajos prospectivos de este tipo, es casi
más interesante el editorial que acompaña a la publicación que el estudio
mismo. Así, Mark Hanson, del Instituto de Ciencias del Desarrollo del
University Hospital Southampton (Reino Unido), no duda en decir en su editorial
que estos niños tendrán un riesgo mayor de obesidad y de posterior síndrome
metabólico. "Los hallazgos confirman la importancia del desarrollo de la
salud desde el origen", comenta y , aclara, eso sí, que estos niños no
deben ser mirados como casos especiales, sino que los efectos de su
prematuridad pueden ser comparables a los adaptativos condicionados por el
desarrollo que afectan a otras especies.
Además, reconoce el experto, estudios de este tipo revelan
lo precozmente que se puede empezar a dar paso para la prevención de la
diabetes y anima al resto de investigadores a seguir estudiante las
intervenciones de salud en dicho momentos del desarrollo.
Fuente: Diario El Mundo