Una investigación de la Asociación Americana del Corazón
concluye por primera vez que en países con una renta media o baja hay
proporcionalmente más individuos afectados de hipertensión que en países con
rentas altas.
Miembros de la Asociación Americana del Corazón (AHA, en sus
siglas en inglés) han realizado una investigación, que se publica en
Circulation, en la que se detecta que en países con rentas medias o bajas la
hipertensión (HTA) tiene una mayor prevalencia que en países donde los
habitantes tienen ingresos altos.
Para llevar a cabo el trabajo, se han valorado datos de 2010
de 968.000 personas nacidas en más de 90 países distintos. Los resultados
muestran que más del 30 por ciento de los adultos de la muestra tienen la
presión arterial demasiado alta. A su vez, los investigadores apuntan que el 75
por ciento de esos adultos viven en países con renta media o baja.
La hipertensión es el mayor factor de riesgo para sufrir
enfermedades cardiovasculares o infartos y lidera las causas de muerte
prematura. Otras investigaciones realizadas en el pasado ya habían mostrado que
la prevalencia de la hipertensión se incrementa en países con rentas medias o
bajas y decrece en países con altos ingresos.
"El envejecimiento y la urbanización de la población,
que van acompañadas de hábitos no saludables de vida como el gran consumo de
sodio, las dietas hipercalóricas y la ausencia de ejercicio físico, podrían
jugar un papel importante en la prevalencia de la hipertensión. Los sistemas de
salud de los países con rentas bajas o medias están sobrecargados y no tienen
recursos efectivos para controlar la tensión alta", ha afirmado Jian He,
investigador de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans y autor del estudio.
Los investigadores apuntan que la mayoría de la población
mundial está representada en el estudio, pero más de la mitad de los países no
tienen datos sobre la prevalencia de la hipertensión, lo que podría provocar
inexactitudes en el estudio.
"La hipertensión debe ser una prioridad de la salud
pública en países con rentas medias o bajas para prevenir patologías vasculares
y de riñón y los costes que van asociados a ello", ha concluido Katherine
T. Mills, investigadora de la Universidad de Tulane y coautora del estudio.
Fuente: Diario Médico